Se pusieron duros


En el Baby, la liga le bajó el mensaje a los clubes para que en este 2013 la violencia no se apodere de las canchas y ensucie un deporte jugado por los más sanos: los chicos. Y algunos clubes ya tomaron nota.
 

Las ligas de fútbol de los sábados tienen jugadores, árbitros, público y policías. Lamentablemente, lo que debe ser una tarde ocio entre amigos, en algunos momentos se convierte en un campo de batalla. En el último tiempo hubo alguna que otra piña en el Seven Soccer, la Liga Maristas y también la Independiente, entre otras. Por eso los policías llegan cada sábado a los predios donde se juegan estos torneos.

Uno de los espacios que todavía gambetea la presencia de los uniformados es el Baby Fútbol. Sí están cuando se juega el Torneo Nacional cada verano, por el marco importante de público que se llega a las distintas sedes. Pero no cada sábado durante el año. Esto no significa que la presencia policial no sea necesaria, al contrario.

Hacer lo posible

En las canchas de Baby desde hace un par de años se viven situaciones violentas, que emanan de los adultos. Nunca falta el padre, madre, hermano o tío que les reclame algo a los chicos, a los directores técnicos o al árbitro. Y lo peor de todo es que muchas veces pasó a mayores y debió intervenir la Policía.

El año pasado, por ejemplo, algunas canchas de la ciudad fueron suspendidas provisoriamente tras recibir los clubes un apercibimiento primero, luego de un disturbio. Uno de los más graves sucedió sobre fines del año pasado, cuando un joven que estaba alcoholizado increpó a otro y lo amenazó con un arma blanca.

Natalia Marrone, presidenta de la Liga de Baby Fútbol San Francisco, definió como una “locura” que chicos desde los 6 años jueguen con policías afuera: “Queremos preservar a los chicos. Somos la única liga de la ciudad y la zona que juega sin adicionales de policía; les daría mucha presión a ellos. Antes hay que tomar medidas para no llegarse a este extremo”.

La dirigente indicó que cuando el año pasado se desató el conflicto de la categoría 2000, donde los padres fueron protagonistas, se hizo una reunión con la Policía porque la situación había pasado a mayores. “Se les aclaró a los padres que ante actos de violencia iba a interceder la policía. Los chicos no son el problema”.

Marrone precisó que se les habló a los presidentes de los diferentes clubes y se los advirtió que ante un conflicto los perjudicados iban a ser ellos. “Deben tomar medidas los clubes antes de llegar a las sanciones, lo que menos quieren ellos es tener un conflicto por padres revoltosos”, dijo.

Al ser consultada sobre si tiene confianza de que esta situación cambie, Marrone respondió que “la violencia está en todos los ámbitos; acá se mueve mucha gente y el futbol es pasional y exitista. Mientras lo podamos controlar y no jugar con adicionales, confío en que cambie. Sí pido solidaridad de los padres, sobre todo por los chicos”.

A la vanguardia

El club Tiro y Gimnasia presentó en el mes de enero su nuevo reglamento interno, entre otras cosas, dirigido a técnicos, padres y jugadores de la institución. Se trata de una reglamentación modelo porque es la primera que se realiza en un club de nuestra ciudad.

José Trosarello, encargado de Prensa y difusión en el club, explicó a VDV que uno de los puntos esenciales del reglamento contempla la violencia por parte de los adultos en los campos de juego: “El padre que falte el respeto, insulte o agreda será advertido por el club. Si no acata esto y lo vuelve a hacer se le aplicará el derecho de admisión”, informó.

Al mismo tiempo, Trosarello contó que se advertirá a la Liga de esta situación para que el derecho de admisión hacia el agresor también se aplique en otras canchas cuando Tiro y Gimnasia juegue de visitante.

El dirigente explicó que esto se venía haciendo de otra manera, por medio de una multa al padre conflictivo con la idea de solventar la pérdida económica que sufre un club cuando su cancha es suspendida: “No tuvo éxito, nadie la pagaba”, se sinceró.

Trosarello aclaró que la medida se tomó porque sufrieron la suspensión de su cancha el año pasado y además por lo vivido en el último Torneo Nacional, donde en varias canchas se debió incrementar la cantidad de policías adicionales.

“Tomamos la vanguardia en este sentido; ya otros clubes nos llamaron y pidieron el reglamento para orientarse ante esta problemática”, aseguró.