San Francisco y la región se transformaron en los últimos años en un lugar muy atractivo para reclutar futuras promesas del fútbol argentino a temprana edad. El contexto social y la formación deportiva en competencia hacen de nuestra región el sitio ideal para encontrar potenciales jugadores que puedan llegar a la Primera División.

Sin embargo, estas es otra de las variables que se ven afectadas por la pandemia y el parate del fútbol nacional. La reanudación en inferiores en el país está más lejana de lo que será el regreso de las competencias de primera división y esto supone una amenaza al fútbol formativo que tendrá por delante superar desafíos del orden deportivo, psicológico y emocional para con jóvenes llenos de ilusiones y de sueños por cumplir.

En ese marco, hoy del reclutamiento de jugadores por parte de clubes de la elite del fútbol argentino está en pausa. Lógicamente existe un seguimiento de la situación de los futbolistas y hasta nuevos métodos de observación a través de videos, pero la incorporación de jugadores -que para esta época comienzan a definirse- está completamente detenida.

Leonardo Luque, ex reclutador de Antártida Argentina y Proyecto Crecer, señaló que la actividad “está parada” desde el inicio de la pandemia. “Yo tuve contactos con Boca, Talleres; pero todo está frenado porque no se sabe cuándo van a arrancar las inferiores de AFA”, explicó.

Al no haber competencias, las posibilidades disminuyen para quienes no pudieron ser observados o simplemente para quienes no tuvieron la oportunidad de estar “en el momento justo y en el lugar indicado”. El impacto de la pandemia en el desarrollo de las formativas mantiene en vilo y obliga a “afinar la mira” a la hora de señalar a un jugador.

“A los chicos que están en el baby, más o menos, los tienen vistos a todos, pero ya hace cinco meses que están parados. Además, siempre aparece alguno nuevo que sobresale, demuestra o evoluciona de un año a otro porque suma experiencia. Si no se juega el Nacional se va a complicar aún más para los chicos 2008”, indicó Luque.

“A mí me pidieron algunos videos, pasamos algunos por WhatsApp de lo que están haciendo los chicos ahora, pero poco”, concluyó.

Gesto técnico, actitudes y capacidad de resolución

Lo que quitará esta época es ritmo de competencia y esto obligará a observar otro tipo de detalles. En el caso de Proyecto Crecer, el club espera poder retomar los entrenamientos con inferiores cuanto antes.

Lucio Girardi, de la institución deportiva, había señalado en diálogo con El Periódico que "no solo se observa el ritmo de competencia sino también gestos técnicos, actitudes y la inteligencia del jugador para resolver en la cancha".

"Tenemos varios chicos vistos porque cuando hicimos las pruebas para los chicos 2007 también citamos a algunos 2008, pero estamos a la expectativa también con eso. Esperaremos hasta último momento. Tenemos contactos con chicos de San Francisco y de afuera también", indicó.

Muchos de los jugadores que llegarán desde el baby lo harán con escasa competencia. Cabe recordar que en este 2020 solo se pudo disputar una sola fecha del torneo y hasta el momento -a pesar de que se presentó un protocolo- la competencia no volvería en lo inmediato en esta liga.

"Es algo a tener en cuenta, más allá del ritmo que da la competencia uno ve ciertas características de los jugadores. Pero hay chicos que hace más de cuatro meses que están sin competir y algunos vienen desde el año pasado sin competencia. Este año deportivo lamentablemente está perdido para ellos", explicó.

Proyecto Crecer alojaba a 17 jugadores en su pensión de distintas partes del país. Hoy esos jugadores debieron volver a sus hogares y en el club esperan definiciones para recibirlos nuevamente.

El goleador de la categoría 2008

Lucas Quiroga es uno de los jóvenes apuntados en San Francisco, es uno de los que tiene chances de dar un paso más en el fútbol. El delantero de la categoría 2008 de Estrella del Sur suma 200 goles y ya fue señalado por Unión, Talleres y Colón, entre otros. Desde los 9 años viaja y participa de torneos amistosos con gran entusiasmo supervisado por la familia que lo acompaña.

“Venía con ritmo, se pasó las vacaciones jugando”, contó su papá Cristian. “Desde los nueve años lo empecé a llevar una vez al mes a Unión de Santa Fe por medio de Alejandro Dalmazzo, que fue el que lo vio acá e hizo el contacto para probarlo. Empezamos a llevarlo más seguido porque lo invitaban a jugar los torneos amistosos, tuvo la suerte de jugar en partidos de Pre Afa con equipos como Atlético Rafaela, Atlético Tucumán, Newell’s y torneos en todas partes del país; fue una experiencia muy linda para él porque le gustó mucho jugar en esos lugares”, comentó.

San Francisco, un semillero de jugadores a la espera de la vuelta a la competencia

“Yo no quiero apurarme, lo quisieron fichar, pero lo que queremos primero es que a él le guste, que esté cómodo y ver también el tema de los gastos para poder acompañarlo, por eso evaluamos tranquilos las posibilidades. Hablamos mucho, él está muy entusiasmado, pero también sabe que no es fácil llegar, que hay que trabajar mucho, tener humildad, sacrificio y que esto no es para todos; pero a él le gusta y no tiene problemas con la distancia. Estamos a la espera”, agregó.

San Francisco, un semillero de jugadores a la espera de la vuelta a la competencia