River Plate fue superior en el primer Superclásico de las semifinales de la Copa Libertadores y le ganó a Boca Juniors por 2-0 en un partido intenso disputado en el estadio Monumental. Rafael Sántos Borré, de penal en el primer tiempo, y Nacho Fernández, en el complemento, anotaron los goles para la victoria del local.

El equipo Millonario se mostró mucho mejor que su rival, intentando siempre avanzar sobre el campo rival con dinámica y velocidad en la ejecución. Además de los goles, el equipo de Gallardo pudo ampliar la ventaja, pero falló en la definición en tres situaciones.

El Xeneize mostró una versión demasiado liviana y muy pocas veces comprometió el cero en el arco rival, porque su propuesta se redujo durante gran parte del juego a buscar a Ramón Ábila, quien buscó el arco contrario en llamativa soledad.

De arranque

Las emociones se hicieron presentes casi de inmediato en el Monumental. Iban 3 minutos cuando River ingresó por primera vez al área y Borré cayó ante la marca de Izquierdoz y Mas.

El árbitro brasileño Raphael Claus dejó seguir las acciones y al detenerse chequeó la jugada en el monitor, advertido por el VAR. Su decisión fue cobrar penal y el propio delantero colombiano lo canjeó por gol, con total tranquilidad, a los 6 minutos.

El resto de primer tiempo fue por lo general parejo, porque Boca no se desordenó y River no consiguió poner en funcionamiento su aceitado juego en el mediocampo.

Claro que gran parte de la responsabilidad para que eso suceda fue del equipo de Alfaro, que tapó las líneas de los eventuales primeros pases. River complicó únicamente cuando salteó a sus volantes y profundizó con sus delanteros.

Boca no dispuso durante mucho tiempo de la pelota. Por lo general fueron posesiones cortas, en parte porque su rival lo presionó (aunque no tan intensamente con acostumbra), y también porque la primera opción del Xeneize fue buscar largo a Ábila.

Aún así, el visitante pudo alcanzar el empate con un intento de larga distancia de Alexis Mac Alllister que Armani sacó por encima del arco, a los 17.

También estuvo cerca de nivelar el juego al tomar mal parado a River a los 42, pero Capaldo definió muy por arriba después de una buena acción de Ábila ante Casco, en un contragolpe que lo dejó solo frente a Armani.

River, que en el trámite terminó la primera mitad con un poco más de claridad que su oponente, contó con dos chances de aumentar, una con Borré y otra con un tiro libre de De La Cruz, y en ambas se lució Andrada, la figura de su equipo.

Segunda parte

Todo se mantuvo igual en el inicio del complemento, aunque River le pasó cerca al segundo casi de casualidad, con un centro de Montiel que se le cerró más de la cuenta a Andrada e impactó en el palo.

Con un poco más de ingenio, y en consonancia con un crecimiento en el nivel de Casco y Nacho Fernández, River construyó una nueva jugada de riesgo a los 15, pero la carambola, ante la presencia del volante riverplatense, favoreció a Boca.

El conjunto de Alfaro avanzó casi sin ideas, y le facilitó la tarea al local. Por si fuera poco, a los 24 Nacho Fernández combinó con Montiel, luego con Suárez y definió con comodidad ante el centro atrás del cordobés para poner el 2-0.

A Boca el nuevo gol pareció desacomodarle las pocas piezas que parecían seguras. El local en ese lapso, Andrada lo salvó ante Suárez y en dos intentos de Scocco, el último en tiempo adicionado.

Apenas el ingreso de Eduardo Salvio aportó lo que no pudieron Tevez ni Zárate cuando entraron: rebeldía y cambio de ritmo. El apodado Toto le sirvió una pelota a Capaldo en la puerta del área y otra vez apareció Armani para tranquilizar al Millonario.

En tiempo adicionado, Capaldo le cometió una dura infracción a Enzo Pérez y Claus, después de revisar a acción en el VAR, decidió expulsarlo.

El desquite se desarrollará en La Bombonera, el martes 22 de octubre, y el ganador de la eliminatoria sacará pasaje a Chile para soñar con levantar el trofeo frente a Flamengo o Gremio, protagonistas de la otra semifinal.