El fin de semana pasado Pablo Villanueva venció en las tarjetas a Emiliano Vivas, sanfrancisqueño radicado en Carlos Paz, y se adjudicó el título Provincial Supermediano interino de Córdoba.

El campeón visitó El Periódico y contó los pormenores de la vida de un boxeador. Su vida, la preparación y las barreras a superar en un deporte cruel, no tanto por los golpes, sino por la espera para encontrar un combate y los escasos recursos para financiar la actividad.

¿Fue tu primer título?

Sí, es mi primer título a nivel profesional y amateur. Fue una noche linda y única por el contexto. Cuando escuché que gané se me llenaron los ojos de lágrimas, fue una mezcla de emociones porque uno trabajó para eso, ver a mis hijas y a mi familia emocionada te llega porque ellos ven todo lo que yo reniego y el sacrificio que hago. Por suerte le pusimos el broche de oro a la noche.

¿Cómo fue la preparación?

Sabíamos que nuestro rival era zurdo así que dos viernes antes del combate nos fuimos a entrenar a Córdoba con sparrings zurdos. El zurdo está acostumbrado a pelear con un derecho, ellos pelean siempre con derechos porque somos más. En cambio, el derecho no siempre pelea con un zurdo, es más complicado: los tiempos son otros, las distancias son otras, te chocás los pies, en algunos cruces tenés encontronazos con la cabeza. La cabeza de uno trabaja de otra forma también así que por suerte pudimos prepararnos bien.

¿Cómo es tu vida?

Me levanto todos los días a las 5.30 de la mañana y 6.30 entro a laburar. Salgo 13.30, llego a mi casa y me voy a entrenar para hacer la parte física; después almuerzo algo liviano, me acuesto un rato y me levanto, voy a buscar a mi hija al colegio y después voy a hacer la parte de boxeo.

¿Cómo manejás el tema de las comidas?

Me cuesta mucho, me encanta comer así que es algo difícil pero cuando sé que tengo una pelea soy muy cuidadoso y me comprometo, no tengo permitidos. Para esta pelea no tuve ningún permitido, ni un sábado ni un domingo, no me prendo en nada: no hubo ni un vaso de gaseosa, ni un bollito de pan. Tuve el casamiento de mi cuñada, tomé agua toda la noche y comí poquito. “Es mi casamiento”, me decía ella pero yo por el título voy a pelear una sola vez y no quería desaprovechar la oportunidad. Me cuidé a consciencia y los logros se vieron.

¿Qué sigue ahora?

La idea es defender el título de local, vamos pelea a pelea pero siempre planificamos, queremos ir por un título latino. Estamos en un buen momento, me siento bien, tengo 32 años no acarreo ninguna lesión y estamos en una buena edad para dar un salto y encarar un título latino. Si hay que soñar, soñamos en grande y quién te dice que alguna vez podamos pelear por un título argentino.

Pablo Villanueva: “Hay que perseguir los sueños, con dedicación las cosas se consiguen”
(Foto: Raúl Civalero)

La espera se sufre

Villanueva contó que quizás una de las situaciones más duras para un boxeador es la espera para el combate. No es fácil encontrar rivales del mismo nivel, con el mismo peso y que acepten el desafío. Mucho más complicado es la organización de un festival.

“Esto es frustrante, a veces hay días que te levantás y no te dan ganas de ir porque uno entrena y la competencia no llega, pero siempre hay que intentarlo. Yo siempre digo que lo voy a intentar porque cuando sea viejo no me voy a reprochar nada. Peor sería llegar a viejo y decir `qué pasaba si lo hubiese intentado´. H ay que perseguir los sueños, que con trabajo, esfuerzo y dedicación las cosas se consiguen”, señaló.

En San Francisco

“Hay material para trabajar pero estamos medio lejos de las capitales (Santa Fe o Córdoba) y eso nos cuesta el doble que nos incluyan. Faltarían más festivales, uno entrena pero al no tener competencia quedás lejos. Hay muchos chicos que se acercan de 14 a 16 años, es una edad complicada porque empiezan a salir y a disfrutar de sus amigos, entrenan 3 o 4 meses y la competencia no llega, les cuesta y se empiezan a alejar del gimnasio. Eso es lo que siempre trato de reclamar, sé de los costos porque me interiorizo mucho en el boxeo y sé lo que cuesta un festival pero también sé que se puede lograr algo bueno”, remarcó.

Una banda amiga

Villanueva contó que hay muy buena relación con los otros boxeadores de la ciudad (Luque, Acevedo, Juncos…). “En algún momento todos entrenamos juntos, somos parte de un mismo equipo. Cada uno tiene su técnico pero yo los considero parte de mi grupo. Para esta pelea yo entrené una semana con Roque Juncos, que me ayudó muchísimo. Hice sparrings con Diego (Luque) y con ‘Chinito’ también. Todos tiramos para el mismo lado, nos bancamos entre nosotros”, indicó.