Por Manuel Ruiz

San Isidro se encuentra afrontando una etapa de transición en esta parte de la temporada del TNA, transición que no le viene resultando fácil, pero que sin embargo aloja una cantidad valiosa de expectativas y esperanzas para la parte importante de la competencia. Esa transición se puede resumir de varias maneras, pero sobre todo con dos nombres propios: Franco Prelazzi y Kenneth Mitchell.

El ala pivote estadounidense de 24 años, con pasado en el basquetbol universitario de su país, en las ligas de Letonia, Marruecos, Chile y de reciente paso por Gimnasia de Comodoro Rivadavia en nuestra Liga Nacional, llega para ayudar a un andamiaje colectivo que precisa de otras opciones para afrontar lo que queda de la etapa regular.

Tuviste un primer juego muy bueno, pero no fueron las mejore condiciones para debutar: llegaste sobre la hora, no conocías a tus compañeros, al técnico, los sistemas de juego..

Fue duro, el primer juego fue duro pero trate de hacer lo que el entrenador me pidió. Mis compañeros confiaron inmediatamente y eso ayudó. Creo que una vez que agarre más confianza, conozca más a mis compañeros las cosas van a salir mejor.

Arrancaste tu estadía en San Isidro tirando de tres, una de tus características ¿Cómo describirías tu juego?

Sí, es una de mis características. Siento que soy un jugador versátil. Puedo jugar adentro también, pero la mayoría de los equipos en los que he jugado siempre me necesitaron jugando más como externo. Siento que puedo generar y aportar más desde allí.

Llegaste en noviembre a Argentina, pasaste por Liga y ahora estás jugando en TNA ¿Cómo analizás el basquetbol de acá?

Creo que hay diferencia entre el nivel de Liga y de TNA, pero básicamente es el mismo juego. Me gusta jugar en Argentina, creo que puedo construir una carrera acá. Estoy tratando de ser  productivo, que este viaje valga la pena. 

¿Qué pudiste ver, conocer, de San Francisco? Sólo hace cuatro días que estás acá.

Me gusta por el calor, porque de donde soy también es caluroso y estoy más acostumbrado al calor. Me siento más cómodo acá, porque Comodoro es frío y ventoso, y ese tipo de clima no me gusta mucho. Ya tendré tiempo para salir a caminar y conocer más cosas, pero la gente parece muy amable y me siento bienvenido.

Jugaste en Letonia, Marruecos, Chile ¿hay diferencias importante con el básquet argentino?

En Argentina encontré mucho más nivel que en los otros lugares donde estuve. En las otras ligas se juega duro también, pero acá el juego es más estructurado, más organizado y me gusta más.

¿Qué extrañas de tu casa? ¿De Atlanta?

Mi familia y mis amigos. Y la comida, y todo, extraño todo (se ríe). Pero ahora estoy más acostumbrado a vivir fuera de casa, ya no me molesta no estar en casa. Ahora estoy bien.

Asumo que jugás al basquet desde niño ¿Seguís disfrutando de jugar? ¿O lo tomás como un trabajo?

Sí, disfruto de jugar. Es mi trabajo, pero me encanta mi trabajo. No es un trabajo común. Es lo que me gusta hacer y ha moldeado mi estilo de vida.

¿Qué crees que podes aportar para levantar el nivel del equipo?

Creo que puedo ayudar, puedo contribuir a que mis compañeros tengan más lectura de juego y a terminar mejor las jugadas. Nosotros como jugadores somos lo que terminamos definiendo lo que el entrenador pretende, lo que se practicó en la semana y creo que desde ahí puedo aportar. Ayudar para que el juego sea más fácil para nosotros.

¿Cómo fue esa primera experiencia fuera de tu país? 

Fue duro, porque mi primera experiencia fue en Letonia. Y no me gustaba, no estaba acostumbrado a estar fuera de Estados Unidos y en donde jugaba era un pueblo muy chiquito en donde no había casi nada. Cuando me fui a Marruecos fue distinto, porque estaba en una ciudad grande, estaba más acostumbrado a eso, a una ciudad grande y todo fue mejor ahí.

¿Qué creés que has aprendido jugando fuera de casa?

Aprendí a tener más confianza, otros sistemas defensivos y de cada entrenador aprendés diferentes cosas. Aprendí a tener más lectura de juego, a entender más el juego y eso ha hecho que evolucione.

FICHA

19 de agosto de 1990, 24 años

De Decatur, Atlanta, Georgia (Estados Unidos)

Jugó en Virginia State (EE..UU.), Jekabpils (Letonia), Georgia Gwizzlies (EE.UU.), IRT Tanger (Marruecos), Puente Alto (Chile), Gimnasia de Comodoro Rivadavia (Argentina).