Sin lugar a dudas los grandes logros tienen detrás a grandes protagonistas y Luciano Mazzina es uno de los artífices principales del recordado ascenso de Sportivo Belgrano a la B Nacional. Un hecho histórico que hoy cumple 8 años.

Mazzina llegó desde Buenos Aires después de atravesar momentos muy duros en su carrera protagonizando las famosas cinco finales perdidas de Quilmes en la lucha por el ascenso a Primera y otra final perdida con Estudiantes de Caseros.

No llegó como el gran capitán. Ni siquiera se lo cree, Mazzina se ganó ese mote por el sacrificio, la garra, la lucha y el trabajo dentro de la cancha, pero principalmente por su obra fuera de ella. Un líder positivo, de conducta y de los que no necesita alardear, sino transmitir con el ejemplo. Dejó una huella imborrable en la memoria de los hinchas y una página propia en la historia de la institución como "El gran capitán del ascenso".

Con 41 años, hoy está radicado en Mar del Plata, trabaja en una empresa y es entrenador en una escuelita de fútbol. Hace unos meses atrás, cuando se inició este nuevo proceso con Juan Aróstegui a la cabeza, estuvo muy cerca de volver a Sportivo Belgrano para integrar el actual cuerpo técnico, pero no pudo ser.

El ex jugador de la Verde dialogó con El Periódico y contó detalles sobre su paso por San Francisco, el proceso que atravesó en el club, la dificultad del objetivo logrado y los gestores del ascenso de 2013.

¿Por qué se dio ese ascenso?

Siempre lo digo y no es un tema de quedar bien, es algo que me pasa. Se dieron situaciones donde uno se sintió bien, donde se dieron las condiciones para que se den las cosas. Se juntaron muchos factores que hicieron que la gente se sienta identificada no solo con uno, sino también con el grupo que habíamos consolidado. Creo que el hacedor de lo que es hoy Sportivo es Daniel Primo, que fue el que cambió -junto con Nahuel Martínez- la mentalidad de la directiva para bien y a partir de su paso por la institución, el club no paró de crecer.

El día después del ascenso lo llamé a Nahuel, a Daniel y a Néstor Craviotto que fueron también los artífices de todo eso. Fue todo un proceso para que después decantara en el desenlace final.

Destacás el proceso ¿Cuán importantes es bancar un proceso para que se logre el objetivo final?

Sí, siempre lo recalco a eso, recuerdo que en el primer año no la pasamos bien. Con el "Pájaro" (Domizi) peleamos el descenso en el primer año de Sportivo en el Argentino A. No se nos daban los resultados hasta que después vino Daniel Alberto con Mario Juárez que enderezaron un poco el equipo y pudimos mantenernos. Después cuando llegó Daniel fue ese click que le faltaba hacer a la institución y a la directiva para que después empiecen a verse los frutos que por ahí ellos no fueron los que estuvieron en los últimos partidos, creo y estoy convencido que fueron los iniciadores de ese objetivo que se terminó cumpliendo cuatro años después.

¿Qué fueron esas cosas que completaron el proceso para coronarlo con el ascenso?

Pasa por los resultados. Nosotros con Daniel estuvimos en las puertas donde quedamos afuera con dos equipos que durante el campeonato, no sé si eran superiores, pero se nos hacía muy difícil jugarles: Crucero del Norte y Desamparados. También tuvimos una posibilidad donde quedamos afuera con Douglas Haig, ahí me acuerdo que se nos dio todo bastante en contra. Pero más que nada pasa por los resultados, después vino Oscar que cambió poco de los dos años de Daniel y mantuvo la estructura y trajo jugadores que hicieron que se potencien los que ya estábamos y eso hizo que después pudiéramos pelear por el ascenso.

Ya tenías experiencia en finales por el ascenso ¿Cómo te había afectado tu pasado y esas 5 finales con Quilmes? 

Me sirvió como experiencia, no bajar los brazos. Tuve la mala fortuna de estar en las 5 finales con Quilmes en dos años consecutivos, que parecía que se nos daba, con equipos muy competitivos y no se nos dio. Con el tiempo hubo otro equipo que estuvo en la misma situación y también se les negó (Deportivo Morón). Lograr un ascenso es muy difícil y a mí, particularmente, se me dio ya en la curva descendente de mi carrera y se me hubiese dado con Quilmes hubiese sido otra la situación. No reniego, era un objetivo que tenía y lo quería alcanzar y gracias a Dios lo pude alcanzar en Sportivo, en San Francisco y con todo lo que significó eso que hace que al día de hoy podamos estar hablando de esto. Es un orgullo haber vestido los colores de Sportivo.

Eso marca una famosa frase: "En el fútbol vas a perder más de lo que vas a ganar"

Coincido totalmente. Por lo general hay 20-30 equipos en un torneo de los cuales hay uno que sale campeón que por los resultados es el mejor ¿Y qué pasa con el resto? Comparto esa frase de Aimar. Son más los sinsabores que las alegrías, es como la vida: tenés que ir sorteando piedras donde depende de uno sortearlas o no...

Yo creo que lo importante y principal es no claudicar. La insistencia, la persistencia de ir en busca de un objetivo y a la larga todo lo que uno se se proponga se puede conseguir, estoy convencido de que es así. Implica constancia, trabajo, disciplina que no sé si todos estamos dispuestos a llevarlo a cabo.

Te llevo de nuevo al ascenso, lograron algo extremadamente difícil que es ascender en una categoría como el Federal A (antes Argentino A) donde tenés muchos viajes y muchas de esas piedras que mencionás ¿Vale el doble?

Sí porque es durísimo. Primero los viajes, la mayoría llevábamos colchones porque más allá de las comodidades que nos ofrecía el club de viajar en coche-cama yo, por ejemplo, con mis 1,85 mts. no permitía dormir de la mejor manera en el asiento por más coche-cama que sea y tenía que hacerlo en el piso, la gran mayoría lo hacía por una cuestión de tratar de descansar porque llegábamos, entrenábamos y al otro día teníamos que jugar un partido por los tres puntos con todo lo que eso significa, la tensión, los nervios, no es fácil. Y pensá también que es nuestro modo de vida y hoy más que nunca ser futbolista, con todas las herramientas que hay, no implica solo jugar bien a la pelota. Ser futbolista implica cuidados personales, disciplina, entrenamiento, perfeccionamiento y todo eso lo hemos tratado de ir realizándolo. Los viajes eran larguísimos e íbamos a jugar a canchas donde realmente éramos visitantes.

Visitantes visitantes, contra todo ¿no?

Recuerdo un partido contra Tiro Federal de visitante y de noche, se definía la clasificación a los playoffs. Ese día comenzamos ganando y en el segundo tiempo literalmente no podíamos pasar la mitad de la cancha porque nos cobraban falta. Ganamos pero fue alevoso lo que sufrimos el arbitraje ese día, lo mismo nos pasó en la final con Santamarina donde nos anulan el gol de Juanma y el gol mío, que fueron goles legítimos, además nos expulsaron dos jugadores, expulsaron al técnico y se dieron situaciones que realmente son muy dudosas y contra eso también tenés que jugar, no solo contra el rival sino también con las otras oposiciones.

El motorhome. "En un viaje contrataron un motorhome que tenía camas. Había que ir acostado sí o sí, esa fue muy cómico y creo que esa fue la única vez que ganamos en Crucero del Norte. A la vuelta tuvo un problema que nos quedó en la ruta y tuvimos que esperar a que vinieran a repararlo", recordó.

¿Y qué recordás de la final?

Viste que hay sensaciones previas, que las sentís en el vestuario. Yo sabía que iba a ser muy difícil que Santamarina de local nos pudiera ganar y de hecho ese partido terminamos con 9 jugadores y no nos pudieron ganar. Nos nos dejaron dormir en la noche previa, lo que más recuerdo y lo que más me dolió fue el hecho de no poder estar presente en la final en San Francisco con toda nuestra gente, sabiendo como estuvo la cancha porque de afuera se sufre el triple, no el doble, el triple...

Claro, porque no estás ahí adentro y no podés hacer nada...

Sí, porque previo a un partido tenés los nervios lógicos, es normal, pero una vez que el árbitro pita para el inicio del partido se diluyen. Estando afuera, esos nervios, duran los 90 minutos, se hizo muy difícil y cuando hizo el gol Santamarina me quería morir y recordaba de nuevo las finales con Quilmes, pensaba: "Otra vez se me da esta oportunidad, llego hasta la puerta y no puedo abrirla y entrar". Después cuando cobran el penal, que Juanma tuvo la valentía y el coraje de agarrar esa pelota e hizo el gol fue una alegría inmensa, no tiene explicación y hasta al último día de mi vida me voy a llevar ese recuerdo. Fue uno de los momentos más importantes de mi carrera y de mi vida junto al nacimiento de mis hijos.

Luciano Mazzina, el gran capitán que dejó una huella imborrable
No se pudo contener. Mazzina (izq) invadió la cancha tras el gol de Juan Manuel Aróstegui.

¿Qué recuerdos te quedan de la ciudad y de esa etapa de tu vida?

Una ciudad hermosa, con mi señora estamos enamorados de San Francisco. Uno que le gusta hacer vida familiar y tranquila, lo que más recuerdo son los mates en la plaza Vélez Sarsfield, la Plaza Cívica donde mi nene aprendió a andar en bicicleta, la escuela Mitre donde iba mi nene y la gente porque fue impagable como se comportaron conmigo. Hasta el día de hoy me siguen llamando y seguimos hablando de Sportivo y de San Francisco, voy a tener por siempre palabras de agradecimiento para la gente de San Francisco y de Sportivo porque me hicieron sentir mejor que en casa, como un sanfrancisqueño mas.

¿Querés agregar algo más?

Es un orgullo muy grande que después de tantos años me sigan recordando, tengo un cariño muy grande para con la gente de San Francisco y en especial la gente de Sportivo. Realmente pasé días muy lindos y de mucha felicidad, fui feliz ahí con mi familia, me visitaron mis viejos, mi abuela, mis suegros y todos se fueron enloquecidos con la ciudad. Por el cariño que me brindaron, sepan que es recíproco (emocionado).

Luciano Mazzina, el gran capitán que dejó una huella imborrable
Hoy Luciano Mazzina es profe en la Escuelita El Cañón de Mar del Plata.