Antonio Lencinas es maestro de karate de la escuela Shorin-Ryu Matsubayashi. Es cinturón negro 8º Dan y a sus 80 años continúa vigente. Tiene 36 graduados en su escuela y asegura que pronto serán más. ¿Su tesoro? Ser sano de cuerpo y mente, es lo más valioso para él.

“Mis comienzos fueron en el año 68 en Bomberos, comencé cuando tenía 29 años. Hoy tengo 80 y ya pasaron 50 años”, contó con nostalgia. Lencinas se prepara para festejar ese medio siglo de karate de una manera muy particular.

¿Cómo fueron sus comienzos?

Cuando empecé era un alumno más, en ese momento estaba Julio César Bustos, que fue mi primer maestro y le tengo mucha estima. Después vino el clan de los Higa, Oscar Higa y Benito Higa. Ahora estoy hace 20 años con la escuela Mitsubayashi, que la sede está en Ciudadela, Buenos Aires, y desde ahí se dirige a nivel sudamericano. Siempre estuve apañado por buenos maestros. Hoy estoy dando clases en el Centro Vecinal de barrio Jardín, hace 30 años que estoy enseñando ahí.

¿Qué es lo más valioso que le deja el karate?

Lo más valioso fue la amistad de los alumnos y una riqueza enorme de hacer karate por la salud. El karate es vida, el tesoro más grande es ser una persona saludable, de mente limpia, de espíritu elevado y eso te lo da el karate.

Lencinas cumple 50 años en karate y lo festeja a puertas abiertas

¿Cómo supera la barrera de la edad con los más jóvenes?

La mayoría de los jóvenes quieren aprender karate para saber defenderse, me parece bien, pero algunos sólo quieren pelear. Llegan el primer día de clases y ya quieren ir a pelear, acá la pelea es con uno mismo y muchos creen que esto es para pelear con la gente, nosotros no enseñamos eso.

Llegan con otra idea…

Antes de combatir uno debe saber caminar y mantener el equilibrio, eso es muy tedioso para quienes van sólo para pelear. Lo más importante es uno mismo porque el peor enemigo es uno mismo: el ego, la envidia, todas esas cosas que puede llegar a tener una persona que no está disciplinada.

¿No se deja nunca de aprender en karate?

Totalmente. Es como la música, cuando más tocás mejor te sale. Es muy lindo a esta edad seguir aprendiendo. Mirá, el 6 de octubre tengo que ir a Buenos Aires a tomar clases, capaz que es lo mismo pero siempre aprendés algo nuevo, siempre.

¿Cómo ve la disciplina en la ciudad?

Necesitamos que la gente entienda que el karate es para tener un espíritu sano, tenemos todos los elementos pero necesitamos que la gente que vaya a hacer artes marciales lo haga con espíritu sano. Todas las artes marciales son buenas, pero tienen que entender que primero hay que lograr un equilibrio de cuerpo y mente.

¿Qué consejo le puede dar a quienes recién se inician en la actividad?

Que lo hagan con sabiduría, que tengan ganas de aprender, ser disciplinados. Todo eso es muy valioso, es un gran tesoro: sólo lo entiende quien hace karate. Mente sana, espíritu sano, cuerpo sano. El que quiera hacer artes marciales que lo haga con ese fin.

Un festejo especial

“Mis alumnos no pudieron guardar el secreto, porque estoy con ellos todo el tiempo, y se les escapó. Me quieren hacer un homenaje, querían hacer una cena, está muy bien. Pero también vamos a hacer una clase pública para que vengan todos los que quieran observar. La idea es que se sumen los familiares, interesados y los que quieran ir a ver qué es el karate”, contó Lencinas.

La clase será en el centro vecinal de barrio Bouchard el sábado 13 de octubre a las 17. Luego visitarán la plazoleta de los Arquitectos Sociales y tocarán la campana de la paz.