La policía de Rosario fue la principal protagonista de una feroz represión hacia los simpatizantes e, incluso, jugadores de Belgrano, cuando finalizaba el partido que Newell`s le ganó al elenco `celeste` por 2-0, por la cuarta fecha del torneo Final.

Por segundo fin de semana consecutivo, las fuerzas de seguridad de la provincia de Santa Fe ofrecieron una nota negativa: el sábado último, efectivos policiales castigaron a los simpatizantes de Quilmes que acudieron a observar el partido ante Unión (3-0).
Los incidentes de anoche se produjeron cuando ya se jugaba tiempo de descuento y Newell`s ganaba por 1-0. Luego de que simpatizantes de uno y otro club intercambiaran proyectiles de una cabecera a otra en el estadio del Parque de la Independencia, la policía rosarina entró en acción y se originó el lógico desbande. Es que los efectivos de seguridad embistieron violentamente contra el público que ocupaba la tribuna visitante, sin distinciones, y golpearon con palos a los hinchas `celestes`.Al ver esta agresión, los jugadores de Belgrano se acercaron al alambrado para interiorizarse de la situación y comprobar si algunos de sus familiares o amigos estaba lastimado. En ese contexto, el lateral Juan Quiroga le arrojó un puntapié a un efectivo policial y el zaguero Gastón Turus se llevó la peor parte, ya que una mujer con uniforme le arrojó un violento palazo en la cara, lo que derivó en un profundo corte debajo del pómulo."Me pegó, una mujer, me pegó", expresó escuetamente Turus, al ser consultado por la trasmisión televisiva de Fútbol para Todos. El juez Mauro Giannini interrumpió el partido por espacio de 10 minutos, lapso en el cual la policía rosarina procedió a desalojar a los hinchas que ocupaban la cabecera visitante. El árbitro, antes de la reanudación, expulsó al defensor Luciano Lollo, al que responsabilizó de haberle propinado un golpe a un agente policial.