En una noche bochornosa, Tigre perdía 2 a 0 con Sao Paulo en Brasil, al término del primer tiempo de la segunda final de la Copa Sudamericana cuando el partido se suspendió por graves hechos de violencia.

Todo sucedió en el entretiempo. Según denunció el DT de Tigre, Néstor Gorosito, la policía ingresó al vestuario visitante y agredió a los jugadores argentinos. "Entraron con revólveres. No vamos a seguir", dijo "Pipo".

Minutos después el jefe de seguridad de Tigre, Rubén Pasquini, aseguró que al arquero Damián Albil un miembro de la seguridad del club brasileño "le puso una pistola en el pecho".

Además, contó que sufrieron una "emboscada" por parte de gente de la seguridad del club. "Nos pegaron a todos. A mí me dieron en la cabeza. Ahí, los tipos estos nos estaban esperando después del primer tiempo", agregó.

Luego de 35m de espera, el árbitro Enrique Ossés decidió dar por terminado el partido, lo que le dio el título de campeón, en un hecho inédito.

Luego de todo el escándalo, la Conmebol, en la persona de Nicolás Leoz, procedió a la premiación de los jugadores de Sao Paulo mientras los futbolistas de Tigre mostraban, en las cámaras de Fox Sports, los rastros de la sangre perdida por la golpiza que habían recibido.

En la cancha, la fiesta siguió y los festejos desconocían los graves hechos ocurridos minutos atrás. 

"Pipo" enojado

"Esto es la consecuencia. No nos dejaron entrar a la cancha, no nos dejaron entrar en calentar", explicó Gorosito. "Después, cuando entramos en el entretiempo, llegaron los de seguridad y uno sacó un revolver.Después, llegó la policía y nos molió a palos. Nosotros nos escondimos para que no nos pegaran más", relató "Pipo" a Fox Sports.

Antes de empezar el partido, no nos dejaron entrar. Los mismo tipos nos esperaron en el vestuario. Nos pegaron con palos, bancos, sacaron un revolver... Después llegó la policía y también nos pegó", contó Lucas Orban.

Albil mostró el rastro de un "culatazo" en pecho, producto de la agresión que el arquero sufrió con un arma de fuego. "Eran como 15 o 20 los que no nos dejaron entrar en calor. Y luego, esta misma gente nos querían pegar con látigos. Eran gente grande, entrenada... Estamos muy mal, muy mal", admitió.

En el partido
En el juego, el mediocampista Lucas, transferido en una suma cercana a los 50 millones de dólares al París Saint Germain, abrió la cuenta para los locales a los 22 minutos.

Osvaldo, a los 28m, amplió las cifras para el elenco brasileño, que está quedándose con el título, tras el empate sin goles en Buenos Aires.