Raúl Navarro, más conocido como el “Indio”, regresó a Colombia para formar parte de los festejos por el 70º aniversario de Atlético Nacional de Medellín y causó gran revuelo entre sus fanáticos.

Navarro visitó la capital antioqueña y su presencia no pasó desapercibida. Por el cariño brindado por los hinchas locales, quedó demostrado que con el correr de los años su figura se sigue enalteciendo como gran ídolo verdolaga.

El “Indio” llegó en una época (1971) en la que Nacional sumaba 17 años sin dar vueltas olímpicas y de su seguridad, conocimiento y armonía, además de la plasticidad de sus movimientos y su confianza hacia sus compañeros, partieron los grandes años del equipo. “El Gato”, como lo llamaban, vestía de negro y mostraba una pinta de actor de Hollywood con la que nadie lo ubicaba debajo de los tres palos, pero de a poco se encargó de demostrar por qué habían confiado en él para custodiar los tres palos. Con su aparición el equipo cortó esa sequía y logró dar dos gritos consagratorios en el torneo colombiano (1973 y 1976).

Tras iniciar su carrera en Sportivo Belgrano cuando sólo tenía 16 años y de pasar por Huracán de Parque Patricios entre 1963 y 1970, Navarro llegó a Medellín en diciembre de 1970 en compañía de Oscar Calics y Tito Gómez, solo para jugar un torneo amistoso internacional con el equipo. Tal fue el carisma y la seguridad brindada por Navarro que ese “sólo torneo” se convirtió en un paso fulgurante que duró nueve temporadas.

La vuelta

Su regreso a la segunda ciudad más poblada de Colombia, junto a la de otros ex jugadores de la talla de René Higuita y Robinson Martínez, entre otros, fue anunciada con el lema “Por siempre ídolos”, reconocido de esa manera por escribir la historia grande de “el verde de la montaña”.

Durante su estadía en el lugar fue homenajeado con otras leyendas del club y presenció en el estadio que lo vio convertirse en ídolo dos partidos por el campeonato local en el que su “verde” derrotó respectivamente a Junior de Barranquilla (2-1) y a Once Caldas (1-0).

Además fue invitado al entrenamiento del plantel profesional, en el que se lo pudo ver dialogando con otro argentino, Franco Armani, el jugador que más títulos ganó en la historia del club con un total de 11 y pieza fundamental en la obtención de la Copa Libertadores 2016, torneo que no levantaba desde 1989.