En unos días, Pablo Novara cumplirá su sueño de correr el Dakar. Por estas horas, el oriundo de Bauer y Sigel afina los últimos detalles, principalmente logísticos, de cara a lo que se viene. El campeón argentino de Rally Cross Country en la categoría Quads 4x4 dialogó con El Periódico y contó sus sensaciones.

¿Cuándo surge el anhelo de correr un Dakar?

La idea de correr al Dakar surge hace unos 10 años, cuando el Dakar todavía se corría en África. Me gustaron siempre las carreras de estas características. Empezó a surgir aún cuando en el otro continente parecía muy difícil. Tuvimos la suerte de que vino a Sudamérica. Ahí la idea se hizo más fuerte aún y ya empezamos a analizar las formas de cómo hacerlo. Primero trabajamos con la familia. Después ya en forma más plural con la idea de participar en alguna del Campeonato Argentino que nos diera algún camino hacia el Dakar, que lo hicimos en 2013, y después a full este año con todo el Campeonato Argentino para lograr la aprobación de la ASO y poder participar por lo menos de la edición 2018. Pero se nos dieron los resultados, todo se aceleró, y eso hizo que en este 2017 podamos estar presentes.

¿Cómo estás viviendo estos días previos?

Es una mezcla de sensaciones, todas muy lindas. Es como la primera etapa cumplida, como la etapa difícil, la del sueño, la del anhelo, la de la lucha por estar en una rampa de largada que es tan difícil como correr un Dakar. Hay muchos aspectos a los que uno tiene que apuntar durante un período muy largo de adaptación. Acomodarse económicamente, físicamente, para poder llegar a una rampa de largada. La sensación es de alegría porque siento que no falta nada para estar presente en esta edición.

¿Cómo te estás preparando?

Fue una preparación primero psicológica durante muchos años, de tener la tranquilidad y la paciencia, de decir ‘tendrá que venir en el momento justo’. En este último año, cuando la idea fue fija de participar en este Dakar, directamente fue trabajar físicamente desde abril en adelante en forma ardua y continua durante toda la semana. También en la parte nutricional a full para ponernos a la altura de las circunstancias. Corrimos la primera del año casi sin entrenar y ahí notamos más o menos el profesionalismo que necesitábamos y de ahí nos armamos para llegar de la mejor forma a este fin de año. La última parte tiene que ver con lo mental y lo psicológico, la preparación para entender de qué tipo de carrera estamos hablando y cómo hay que enfrentarla para disfrutarla y obtener buenos resultados.

¿Cómo va a ser tu agenda los próximos días?

Hay que terminar de armar lo que tiene que ver con la logística. Hay que entender que en mi caso es una participación prácticamente individual. No estoy debajo de una gran empresa o equipo que me apoye, así que todo lo hacemos mi familia y yo. Eso me está quitando mucho tiempo. Es muy difícil relajarse físicamente, porque no tenemos el tiempo suficiente. Pero sí lo pienso hacer en Paraguay en los últimos dos días en que nos sobra un rato, como para poder llegar descansado a la largada. Creo que es el mejor momento, compartiendo con mi familia y mis hijas estos días previos a la largada.

¿Qué características tiene el cuatriciclo con el que vas a participar?

El cuatriciclo con el que voy a correr es un CANAM modelo 2013, pero de la nueva generación de cuatriciclos, 4x4, motor bicilíndrico con inyección electrónica, frenos en las 4 ruedas. Tiene algunas características particulares porque todo lo que tiene que ver con amortiguadores, suspensión, gomas y algunos aspectos de escape son, por reglamento, deportivos, netamente de carrera. Eso lo cambia de un estándar, más todo lo que consiste en la navegación. También es muy variante de lo estándar. Es un cuatriciclo de características muy nobles que normalmente soporta mucho castigo y creo que ese es uno de los principales aspectos que tuve en cuenta para elegirlo, para poder dar toda la vuelta completa a este Dakar y cumplir el sueño que es llegar a Buenos Aires.

De Bauer y Sigel al Dakar