El alero, analizó esos dos juegos que disputó con la camiseta santa y como vive el día a día en San Francisco.

¿Qué análisis hace de los transcurrido hasta aquí en San Isidro?

Siento que me adapté bien, no me costó entender los sistemas de juego que propone Julián, y sé que me voy a ir sintiendo más cómodo a medida que avancen los entrenamientos y podamos conocernos más. En los partidos que jugamos, trate de no “mirarlos de costado”, sino de aportar en lo que veía que hacía falta, para poder sumar al juego.

El cuerpo técnico me hizo sentir muy cómodo y motivado. Julián me habló y me dio palabras de aliento, no solo en lo deportivo sino en los aspectos fuera de eso, que me parece que eso es muy importante, y no muchos lo hacen, y más aun teniendo en cuenta como se dio todo. Yo ya estaba a punto de volverme a casa para seguir entrenando ahí y no estar parado, y el mismo día que me quiero ir me llaman que ya tenía club, así que fue muy rápido como se dieron las cosas.

En lo personal, ¿Qué expectativas tenías? ¿Sentís que las pudiste cumplir?

Lo único que quería era tratar de aportar lo mucho o lo poco que podía hacer para que se gane. Se ganó los dos partidos y eso es lo más importante. Por ahí de visitante todavía no se da, pero esperemos que este 2018 venga con una victoria.

Los chicos me hicieron sentir parte del grupo enseguida, a pesar de que a varios los conocía de haberlos enfrentado, no me había tocado compartir el mismo grupo humano, pero me hicieron sentir muy cómodo también.

¿Cómo vivís el partido este que se viene?

Un poco raro, porque hasta hace poco tiempo formaba parte del grupo que se había formado en Tiro (Federal de Morteros), que era un grupo muy lindo, y ahora me toca enfrentarlos. Pero también soy consciente donde estoy ahora, y sé que me tengo que poner el chip y la camiseta de este club, y aportar lo mejor para poder hacer un buen trabajo, así con las cosas en esto.