Mañana al mediodía, en el predio de Ezeiza que lleva el nombre de Julio Humberto Grondona, dirigentes de los 30 clubes de Primera División compartirán un asado y pondrán sobre la mesa un tema que puede resultar decisivo para encontrar el consenso y evitar las elecciones previstas para el 30 de junio en la AFA: el proyecto de creación de una Superliga, que jerarquice la máxima divisional del fútbol argentino y multiplique los recursos para los clubes.

El martes pasado, el presidente celeste Armando Pérez se reunió en la sede afista con otros tres “presidenciables”: Hugo Moyano (Independiente), Nicolás Russo (Lanús) y Claudio “Chiqui” Tapia (Barracas Central). También fue invitado Marcelo Tinelli, pero el dirigente de San Lorenzo no concurrió. Pero, en realidad, fue muy poco lo que se pudo avanzar.

El titular de Belgrano lamentó la ausencia de Tinelli. “Necesitamos escuchar a todas las voces, porque es una obligación de la dirigencia buscar un acuerdo entre todos los clubes. Es hora de unirnos porque hace falta consenso”, dijo Pérez.

“El fútbol argentino no resiste una elección. Por eso nos juntamos y empezamos a buscar una solución definitiva. Que Tinelli no venga es más de lo mismo. Nosotros vamos a conseguir un presidente de consenso”, amplió “Chiqui” Tapia. Pero esa necesidad de entendimiento se torna borrosa cuando la discusión pasa por los nombres: ninguno ni siquiera amagó con dar un paso al costado en su aspiración personal.

Un día antes, Moyano se había reunido a solas con Tinelli, pero no aceptó los pedidos que le hizo el conductor televisivo y vicepresidente de San Lorenzo, quien le reclamó que Tapia bajara su candidatura y que apoyara la creación de la Superliga. El dirigente camionero contó que rechazó ambos pedidos.

Como si no alcanzara con estos desaires entre los que se disputan el poder, ni siquiera la mesa de la B Nacional se puso de acuerdo en la elección del último asambleísta con miras a los comicios por falta de cuórum de los clubes del Interior, que no aceptan perder un cupo (de siete a seis) para los clubes indirectamente afiliados.

En ese marco de desencuentros, el asado previsto para mañana –si se concreta– no contaría con muchas expectativas de poder lograr el consenso que tanto se pregona y al que, por el momento, le estarían sobrando algunos egos; aunque Pérez confía que puedan salir “algunos puntos en común”, según insistió en las últimas horas.

“No sé cuál es el objetivo. Seguramente será potenciar, aglutinarnos o plantear si estamos de acuerdo o no en algo”, indicó el presidente de Belgrano.

Fuente: La Voz del Interior.