Pese a la escasa competencia local en la rama masculina, aún existen dos clubes que siguen apostando por el voley masculino. Se trata de San Isidro y de El Tala que todos los años arman sus equipos, entrenan y se preparan, pero deben buscar la competencia lejos de casa y con grandes costos que deben salir de sus bolsillos.

En el caso de San Isidro, el grupo se conformó hace unos cuatro años atrás y desde 2016 participa en la Superliga Regional. El pasado fin de semana se quedaron con el cuarto puesto de la Copa de Oro en la fase final del torneo Clausura -luego de terminar primeros en la fase regular- en el Polideportivo del Colegio Sagrado Corazón de los Hermanos Maristas.

En se marco, el jugador Matías Cabrera explicó que el equipo hoy cuenta con ocho jugadores, la mayoría con varios años de experiencia, algunos más que otros claros por una cuestión de edad. "Hace unos cuatro años Ariel Roggero empezó a trabajar con varones, al principio eramos unos 16 chicos, gente que empezaba y probaba, que después dejaba, volvía. Fueron varios años que estuvimos así, hoy somos ocho donde la mayoría tiene los cuatro años de formación", explicó

"Por cuestión de Federación no podemos usar el nombre de San Isidro -se denominan San Francisco Voley-, pero nuestra intención es poder federarnos -ver más abajo-. "Desde que arrancamos queríamos competir, nos aparece esta oportunidad y lo consultamos y llegamos a la conclusión de que uno se curte en la cancha. La iniciativa estaba, pero había que viajar, tuvimos que bancarnos todo nosotros y le dimos para adelante, siguiendo la voz de los más grandes que nos ayudaban y nos corregían cosas en el juego y en actitudes dentro de la cancha", indicó Cabrera.

"En estos cuatro años tuvimos un crecimiento constante, en lo mental y en lo deportivo, uno tiene que jugar, pero también tenés que saber leer el juego. Mejoramos mucho", dijo Matías Cabrera.

Desde que se embarcaron en la aventura de competir su nivel fue subiendo, paralelamente al nivel de exigencia de la liga. "Hoy en día hay jugadores y exjugadores de primera en distintos equipos. Nosotros mejoramos mucho en lo individual y en lo grupal. Se calcula que la formación de un jugador lleva alrededor de 7 años, con tres a cuatro entrenamientos por semana, nosotros con dos entrenamientos a la semana en cuatro años mejoramos mucho y se pudo ver en el último campeonato con los resultados que sacamos..Sin embargo, como no somos tan experimentados la presión quizás no nos ayudó a quedarnos con el campeonato", sostuvo.

Cuarto lugar

Tras quedarse con la fase regular, San Francisco Voley ganó el derecho a ser local en la definición de la competencia que se llevó a cabo en el Polideportivo del Colegio "Hermanos Martistas". Allí los sanfrancisqueños cayeron con Huracán de Las Varillas 3-0 en semifinales y con Cultural Arroyito, por 3 a 1 en el partido por el 3º y 4º puesto. 

El título del Clausura fue para Huracán que le ganó en la final a Devoto por 3 a 0. Cabe señalar que en la competencia participan equipos de Las Varillas, La Francia, Devoto, San Francisco, Arroyito, Laspiur y Las Varas. 

El equipo de San Francisco Voley está compuesto por: Maximiliano Wasinger, Pedro Peralta, Gabriel Ron, Mateo Perret, Matías Cabrera Pérez, Daniel Deramo, Jose Schreiber y Juan Manuel Alberto. Entrenador: Ariel Roggero

Cultura de voley masculino

Por otro lado, Cabrera sostuvo que la disciplina en la ciudad se fue perdiendo y que en la actualidad depende de jugadores más grandes que la practican solo como hobby. "Si hubiera una cultura de voley masculino en San Francisco habría mucha más gente. En Devoto por Sociedad Sportiva, tienen 15 chicos y es otra la cultura del voley masculino que tienen. En nuestro club el jugador mas chico tenía 16 años y en El Tala el más chico tenía 25, después son todos ex jugadores que lo hacen por hobby. Esa cultura no está tan impuesta en San Francisco. Hace años había mas hombres jugando", contó el jugador.

"A principio de año siempre hay mucha gente anotándose y empezando a jugar, pero no es sencillo. Si no se tiene competencia se pierde la constancia, te cansa, te abure y te frustra", agregó Cabrera.

Un salto más

Cabrera también explicó que el grupo creció no solo en lo deportivo sino también en fuera de la cancha. "Crecimos también fuera de los entrenamientos y eso es importante porque es un deporte colectivo, eso se refleja en las caras, en el aliento", expresó.

En cuanto a lo que viene, el jugador señaló que buscarán mejorar su nivel, pero también quieren otra exigencia competitiva. "Si el grupo se mantiene la idea es poder federarse y subir la categoría de exigencia. Si volvemos a jugar en la misma liga vamos a seguir mejorando, no hay dudas, pero queremos otra exigencia. La competencia nos curte, nos hace mejores jugadores por mas que vayamos a jugar contra equipos más duros como los que hay en Córdoba, nos da otra experiencia y otra lectura de juego", afirmó.