El coronavirus irrumpió en nuestras vidas sin anticipación, tomándonos por sorpresa, atravesandonos a todos como sociedad. Los niños no son la excepción a este aislamiento, por el contrario, se vieron afectados en todas sus actividades, las cuales fueron suspendidas y, en algunos casos, reprogramadas de una manera muy diferente a la habitual

De un día para el otro dejaron de ir a la escuela, de ver a su docente, de compartir tiempo con sus compañeros y amigos. En ese marco, la licenciada en Psicopedagogía y profesora de Psicología (MP.144928) Rocío Mansilla explicó cómo afecta este aislamiento en los más chicos. 

"Sin dudas este cambio repentino en sus vidas puede despertar en ellos incertidumbre, preocupación, inquietud, angustia, ansiedad u otras actitudes que dejarán en claro que no están pudiendo manejar o acomodarse a los cambios que la realidad convoca", señaló Mansilla.

- Explicarles...

Como adultos responsables nos vemos en la obligación de acompañar a los más chicos en todo este proceso, contarles lo que está sucediendo, explicarles con términos claros y concisos la importancia de que estos cambios se produzcan y los cuidados personales que deben conocer. Hay que despertar en ellos empatía, responsabilidad y no pánico, brindándoles la información justa y necesaria para cada edad, ya que muchas veces quedan expuestos a un exceso de información que no son capaces de procesar. Debemos estar atentos y ofrecerles seguridad y contención...

- ¿Hay un lado positivo?

No todo es negativo. Hay muchos niños que tienen por primera vez la oportunidad de tener a su mamá, a su papá, o a ambos, dentro del hogar y por muchos días, lo que despierta en ellos tranquilidad y seguridad.  Es importante aprovechar este tiempo para revincularnos con los niños desde otro lugar, acompañándolos en sus actividades y participando de éstas, lo que no resultará positivo no sólo para los más chicos, sino también para los adultos de la casa, quienes también se encuentran viviendo una situación atípica.

En la mayoría de las familias papá, mamá, tienen sus trabajos, obligaciones, profesiones, a los cuales van destinadas varias horas de su día, lo que hace que, en muchas ocasiones, no puedan estar presente en todas las actividades de sus hijos; es por ellos que este tiempo juntos puede ser utilizado de una manera positiva si así nos lo proponemos; reconstruir vínculos, organizarnos como familia, repartir tareas de manera equitativa para los integrantes, participación de hermanos y padres en las actividades escolares, reorganización de los espacios del hogar de modo tal que sean funcionales para la convivencia, entre otros. 

Niños en cuarentena: "Hay que despertar en ellos empatía, responsabilidad y no pánico"
 Rocío Mansilla, licenciada en Psicopedagogía y profesora de Psicología.

- Rutinas: ¿Qué hay que tener en cuenta? 

Quedarse en casa no implica no hacer nada, no son vacaciones, incluso algunos padres continúan con sus trabajos y responsabilidades de manera virtual. 

En el caso de los más pequeños, se sugiere que puedan establecer determinadas rutina, un cronograma diario que ayude a los adultos a mantener cierto orden en el día: despertarse, desayunar, hacer actividades escolares, ayudar a acomodar la casa o preparar la mesa, almorzar, descansar. Debemos tener en cuenta la necesidad de movimiento en la infancia es fisiológica, por lo que no se nos debe pasar por alto incluir en estas rutinas actividades físicas y de recreación, para la tarde podemos incorporar un momento para hacer gimnasia o bailar, manualidades, o juegos lúdicos como rompecabezas, juegos de mesa, cartas, Tutti Fruti, Dominó, etc. Todo esto es muy importante porque, por un lado la actividad física es sinónimo de salud, favorece a los niños en su crecimiento y a canalizar el estrés del encierro.

Por otro lado, los juegos recreativos son fundamentales en la infancia para su desarrollo cognitivo, social y emocional, les enseña a respetar turnos, cumplir reglas, amplía el vocabulario, refuerza la atención y la memoria. Estas actividades deben ser flexibles o se pueden variar de acuerdo a lo que cada adulto considere que será más propicio, también se pueden cambiar los espacios donde se llevan a cabo e incluir el aire libre, ya sea patio o terraza, quien cuente con esos espacios.

- Computadoras y juegos digitales, ¿Hoy son una ventaja? 

Debemos saber que el tiempo que los chicos pasen o quieran pasar frente a las pantallas ha de ajustarse a las rutinas diarias y familiares, es decir, un niño ocupado con otro tipo de actividades que los atrae, los educa y los divierte no sentirá la necesidad de acudir a una pantalla. En caso de que esto no suceda, es responsabilidad de los padres controlar el tiempo que pasan en éstas y el uso que se le da a las mismas.

Para los niños, se recomienda que no sea más de una hora por día y que su uso sea correcto, lo que quiere decir que sea funcional a su crecimiento y aprendizaje, por ejemplo que se utilice para buscar información para la escuela, leer un cuento, escuchar una canción y en esta situación particular que estamos viviendo, para poder saludar a un familiar o ser querido que no estamos frecuentando, por medio de una videollamada, un audio o un mensaje, siempre autorizado y acompañado por un adulto. Esto es a lo que se llama educar a los más chicos en el uso de herramientas tecnológicas, que forman parte de nuestras vidas. 

 - ¿Cómo influye esta cuarentena en niños con menores recursos?

Estas familias se encuentran doblemente afectadas por el aislamiento obligatorio. No nos olvidemos que la mayoría de ellas viven el día a día, por lo que tienen la necesidad de salir de sus hogares a trabajar o a conseguir la comida del día, lo que hacen que se expongan y pongan en peligro su salud y la de todos los integrantes del grupo familiar.

En cuanto a los más chicos, muchos asisten diariamente a los comedores escolares a buscar el almuerzo, por lo que también deben romper el aislamiento, la mayoría de ellos no cuentan con los recursos para recibir las actividades que las docentes envían, ya que estas se mandan a través de e-mails o por grupos de whatssap y no siempre cuentan con estas herramientas ni tampoco con el dinero o una impresora para poder imprimir el material de estudio. Sin dudas, los derechos de estos niños son doblemente vulnerados. Como comunidad, no podemos ignorar este tipo de situaciones o realidades que acontecen quizás al lado de nuestras casas y comenzar a practicar la empatía y solidaridad por quienes más lo necesitan.