Desde que se inició el aislamiento preventivo y obligatorio dictado por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno Nacional, un dato llamó notablemente la atención a los Bomberos de San Francisco: la considerable baja de siniestros.

Una semana después de que la ciudad cumpliera con la cuarentena, sólo se contabilizaron cuatro salidas, tres por quema de pastos o basura y una por incendio de vivienda.

Pocas semanas atrás, cuando comenzó marzo, a través de El Periódico los voluntarios comentaron que registraban un siniestro cada ocho horas. Dentro de las intervenciones, las que más primaban era la quema de pastizales y rescates de animales.

Pero ahora, los números arrojan que desde que se inició el periodo de reclusión los toques de alarma disminuyeron a uno cada 33 horas. Además, teniendo en cuenta que un 99% de los incendios de campos o pastizales son ocasionados por el hombre de forma voluntaria o descuidada, promediando los tres episodios que tuvieron los voluntarios en estos días, corresponde una salida para estos siniestros cada 56 horas. 

Desde la institución volvieron a remarcar la importancia de quedarse en casa. También recordaron la decisión de dejar sin efecto los servicios de extracción de panales y corte de anillos para evitar la exposición del personal y de los vecinos ante cualquier riesgo que pueda presentarse.