“Ya a fin del año pasado el intendente dijo públicamente que este año iba a ir por la aprobación de la ordenanza de pirotecnia cero. Estamos en noviembre y todavía no pasó nada”, sostiene Gretel Monserrat, presidenta de la Fundación Bio Animalis, quien aseguró a El Periódico que la próxima semana llevará al Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza de prohibición total de pirotecnia: “Lo único que tienen que hacer es votarlo”, afirmó.

En 2014, en nuestra ciudad tras una fuerte labor de agrupaciones animalistas se logró la Ordenanza Nº 6553, que limita la venta y el uso de ciertos fuegos de artificio. Fue una primera medida, más liviana que la inicial que buscaba la prohibición total por esos años.

Monserrat, abogada animalista, recordó que el proyecto aprobado años atrás consistía en que la prohibición iba a llegar a cero de manera gradual y que el plazo acordado era de dos años.

“Esos dos años pasaron, fue un cambio de cultura importante, sabíamos que se necesitaba educación y que el proceso iba a ser gradual”, señaló la entrevistada.

La ordenanza actual prohíbe en el ejido urbano de San Francisco "la tenencia, uso, venta, acopio y expendio al público de artificios de pirotecnia de 2 pulgadas o más, u otros de similar o de mayor poder explosivo; bombas de estruendo con mortero, mortero con bomba, aunque los mismos sean de fabricación autorizada".

Monserrat sostuvo que la norma actual tiene una doble prohibición: “Por un lado limita determinados tipos de productos pirotécnicos, los más fuertes, porque habíamos tenido reuniones con bomberos voluntarios y con el área de explosivos de la policía, entonces está establecida de forma bien técnica la prohibición. Y por otro lado, se regulan los negocios de venta, muchos que vendían no cumplían los requisitos necesarios para hacerlo. El año pasado se habilitaron no más de tres o cuatro. Incluso en 2017 logramos que se saque el quiosco que se ponía en el hipermercado”. 

Por último, la referente de Bio Animalis aclaró: “No solamente buscamos la protección de los animales domésticos y silvestres, sino también pensamos en otras minorías como los no videntes, los niños autistas, los ancianos y también para evitar la contaminación ambiental”.