El 30 de octubre próximo se cumplirá el primer aniversario de la muerte de Rubén Rodríguez, hombre de 60 años que resultó atropellado en la intersección de las avenidas Cervantes y Savio, cuando salía de trabajar. Según testigos fue embestido mientras circulaba en su motocicleta por una camioneta Ford Ranger conducida por Alberto Contreras (36).

"Fue muy imprudente (por Contreras) porque cruzó el semáforo en rojo. Mi papá iba a baja velocidad, salía de trabajar con el casco y el chaleco reflector puestos. Fue un acto de imprudencia muy grande", afirmó Roxana Rodríguez, hija de la víctima.

Roxana todavía conserva en su cabeza la imagen de su padre llegando gravemente herido al Hospital Iturraspe. Ella lo recibió en la guardia del nosocomio público, en su carácter de enfermera.

"Me avisa mi hijo que llevaban a mi papá al hospital porque había sufrido un accidente. Cuando llego a la guardia aparece la ambulancia. Ayudo a bajarlo de la camilla, le hice los primeros auxilios; llegó consciente y con una hemorragia interna importante", recordó.

El accidente fue a las 22.15 horas del domingo 28 de octubre de 2012. Rodríguez circulaba por Savio de sur a norte y la camioneta lo hacía por Cervantes de oeste a este. Tras ser impactado, el motociclista fue arrastrado y terminó golpeando ante un auto que se encontraba parado en ese instante.

"Como consecuencia del choque sufrió un aplastamiento de abdomen, fractura de pelvis y miembros inferiores. Estaba a los gritos y desesperado por el dolor, me pedía por favor que lo calme. Se trabajó rápido, lo pudieron sedar para calmarle el dolor. Estaba entrando estado de shock y podía venir un paro cardiorespiratorio. Aguantó 29 horas y falleció", contó Roxana.

La causa

Desde el primer momento la familia de Rodríguez denuncia graves irregularidades en el manejo del caso, sostienen que la causa está "estancada" y que el juicio no solo es contra Conteras sino además ante la aseguradora que lo representaba.

Roxana indicó además que la persona que atropelló a su padre no se comunicó con ellos ni mostró arrepentimiento ante lo sucedido.

A un año

La mujer sostuvo que a casi un año de la muerte de Rodríguez "nos damos cuenta de que nos falta alguien muy importante, el eje de la familia". También aclaró que tras su partida su madre debió aprender a manejarse sola por la vida tras tantos años de matrimonio, aunque se mostró confiada en la existencia de la "justicia divina".

"Era una persona sana, toda la vida fue mozo, era muy conocido en la ciudad, no se merecía todo lo que sufrió", concluyó.