Desde este lunes comenzará a regir en los controles de accesos a San Francisco la necesidad de presentar un test rápido negativo para poder ingresar a la ciudad, los cuales deberán hacerse por cuenta de quienes necesiten entrar. El intendente Ignacio García Aresca confirmó esta mañana la decisión y aseguró que tiene como objetivo evitar la circulación del virus y no tener que retroceder de fase, como ocurrió en otras ciudades como Río Cuarto.

Aresca también señaló que habrá excepciones, como personas que ingresan por temas de salud. Y que se está acordando con las empresas cómo se pagará el costo del test, que sería de 1.000 pesos si se hace en el ingreso a la ciudad, con resultados en pocos minutos. Asimismo, negó que haya un fin recaudatorio y aseguró que con el cobro de un bono se pretende comprar mayor cantidad de test.

El estudio, que no detecta COVID-19 sino anticuerpos que pueden indicar un posible contacto con el virus, puede hacerse en laboratorios privados con costos que van desde 600 pesos hasta los 2600, según las consultas realizadas por este medio. La demora en los resultados es variable, según el tipo de estudio, y en los privados puede demorarse unas 24 horas. 

"Son las decisiones que uno tiene que tomar. Es una situación muy difícil la que estamos viviendo. No lo hago en forma inconsulta, lo consulto con el COE. Santa Fe tuvo un día crítico por la cantidad de contagios, Santa Fe capital volvió de fase. En Córdoba nos está pasando lo mismo con ciudades como Río Cuarto o Villa María. Muchas veces atrás de un Facebook o un escrito podemos decir muchas cosas, pero cuando a uno le toca gobernar piensa en la salud de los vecinos de la ciudad", comenzó Aresca.

"Si uno vuelve de fase, ¿qué harían los albañiles que no pueden trabajar si volvemos de fase, qué harían los restaurantes, qué harían las empresas, los gimnasios? Y en esas decisiones, vamos a testear. He hablado con trabajadores, empresarios. Muchas empresas van a hacer el test, porque también les permita saber la situación de sus trabajadores", señaló Aresca.

"He escuchado y he leído comentarios de quienes dicen que hay que convivir con el virus y respeto todas las opiniones. Pero el día que nosotros tengamos virus comunitarios, la salud también se va a restringir, porque se va a enfermar el personal médico ¿quién nos va a atender después? No por COVID, va a ser por otras patologías, no se va a poder operar si no tenemos anestesistas ni médicos, en la parte privada o pública. Los mismo en el personal de seguridad. Es tener un equilibrio para que esto no sea una anarquía y que después la economía se destruye. Las decisiones las voy a seguir tomando, para eso me han elegido para gobernar, en esta situación que nadie eligió", agregó  

"Preguntale a cualquiera en las ciudades que volvieron de fase uno, lo que es psicológicamente. Sé que son medidas que hago para la ciudad y de afuera pueden tener algún resquemor. No es recaudatorio, como dicen. Si fuera recaudatorio pondría un valor de mercado. Con ese aporte, que va a un bono, podemos comprar la mayor cantidad para tener una ciudad limpia", añadió Aresca. 

"Lo importante es que tengamos la mayor actividad en la ciudad. Si hay una persona que viaja, le van a pedir en otras ciudades. He hablado con otros intendentes de la zona. Cuando volvés a tu ciudad, lo presentás. Lo importante es tener una ciudad lo más sana posible, que tengas la posibilidad de hacer tu vida lo más normal posible. Y por eso hacemos estos testeos", explicó el intendente.

"Hay casos en que la empresa se hizo cargo. A ellos también es bueno porque se van testeando dentro de la empresa. Cuando salió que los vecinos de San Francisco no podían entrar a Miramar sin el test yo no dije nada porque soy muy precavido. No quiero que le pase a otro, y con ese test vas a poder ingresar. En la mayoría de ciudades te van a pedir el test", amplió Aresca.

"No quiero más escuchar que una ama de casa o un albañil me diga que no puede trabajar. Llega un momento en que después de tantas meses hay medidas que uno no quisiera tomar. Lo primero que me preguntan todos los periodistas es si volvemos de fase. No quiero eso", justificó el jefe municipal.

"Yo cuido la gente de San Francisco. ¿Es la salvación? No, es una herramienta más. Lo que yo quiero es que la ciudad siga funcionando y tener un equilibrio entre lo sanitario, lo económico y lo sentimental, que son los aspectos de esta pandemia", resumió Aresca.

Reclamo

Si bien la medida puede explicarse como una barrera para contener la propagación del virus, ya que San Francisco mantiene aún una situación muy controlada y con muchos menos casos que ciudades como Villa María o Río Cuarto, implica también un gasto extra para trabajadores de distintas áreas que a diario acuden a la ciudad. Además, muchos deben ingresar con frecuencia.

Quien hizo público su reclamo por esta situación fue el Colegio de Abogados, que a través de un escrito publicado en sus redes sociales informó que fueron notificados de la decisión por la jueza del Tribunal de Faltas, Rosana Chevalier, y agregaron que solicitaron detalles de tal medida a través de una nota cursada el 9 de septiembre pasado y que no habían obtenidos respuesta.

"El Estado –aún en situaciones de excepción- no puede actuar sin normativa expresa cuyo alcance, fundamentación lógica, legalidad y legitimidad se pueda analizar", cuestionaron, y agregaron que los protocolos no podían cumplirse "con un mero informe verbal de parte de un funcionario y/o inspector".