La cantidad de raciones de comida entregadas por el kirchnerismo local se duplicó de un año a otro, atendiendo la problemática alimentaria en la actualidad de más de 150 niños en dos barrios populares.

El Frente de Todos cuenta con bases en San Cayetano y La Milka, desde donde salen las viandas que llegan a la mesa de los más vulnerables, algo que ocurre desde el año 2017. Entre ellos se encuentran familias numerosas, con jefas y jefes de hogar sin trabajo formal, en muchos casos madres solas con más de tres niños en una vivienda, que viven del empleo doméstico y fueron afectadas durante la cuarentena.

Malena Acevedo (24), militante del Frente, cuya referencia política es el concejal Andrés Romero, contó que cuando el comedor inició las actividades en 2017, la idea siempre fue tener un número de familias fijo a la que poder abastecer para no generar falsas expectativas.

“Se puso un límite de 20 familias, pero la demanda hizo que ese número deba moverse cada vez más a punto tal de tener unas 40 familias el año pasado en total”, explicó ante la consulta de El Periódico. Sin embargo, esa cifra se duplicó como consecuencia de la pandemia del coronavirus surgiendo la necesidad de hacer lo mismo en La Milka: “De un poco más de cien porciones por semana pasamos a 200, en San Cayetano y La Milka. En este último fue porque una familia que nos acompañaba ofrecía la posibilidad de cocinar. Nosotros desde el espacio cubrimos la mercadería y los compañeros van a colaborar y se entrega casa por casa teniendo en cuenta los requisitos de bioseguridad”, indicó la entrevistada.

A pulmón

Acevedo aclaró que reciben pocas donaciones para llevar adelante la tarea social, pero eso no impide cumplir con el objetivo. Cabe recordar, que Romero dona una parte de su dieta (30 por ciento) como concejal y que un porcentaje se destina para las viandas y otro para la ayuda a merenderos y comedores comunitarios. También hay gente que no milita orgánicamente en el espacio político, pero aporta recursos económicos.

“Cada tanto surge de hacer compras en algún mayorista en cantidad. Arroz, fideos, estamos agregando carne picada o pollo para balancear. Algo de leche también damos, la semana anterior entregamos leche fluida”, explicó. También aclaró que no solo urge el alimento en estos momentos, aunque siempre es prioridad, sino también abrigo ante el frío y medicamentos: “El alimento, el abrigo y las situaciones de salud también hay que cubrirlas. Muchas veces los pedidos pasan por medicamentos para niños. Cuando el Estado no llega la gente acude a estas organizaciones”, dijo crítica.

Madres solas y unos 150 chicos, el destino de las viandas del Frente de Todos en San Francisco
El ropero comunitario también tiene su actividad. 

Asimismo, se entregan bolsones con alimentos a familias que no asisten a comedores pero que también se ven dificultadas de llegar a fin de mes: “Son familias que no asisten a comedores pero están sin trabajo ahora o no pueden cubrir alguna de las comidas diarias. De esos pedidos tenemos decenas en las redes sociales cada día porque a la crisis económica que arrastramos desde el año pasado se sumó la pandemia, que agravó las cosas”, analizó Acevedo.

La joven militante es parte de un equipo de alrededor de cien colaboradores directos e indirectos, donde conviven profesionales de distintas ramas.

En los últimos días, agregó, sumaron el servicio de peluquería para cortarles el cabello a los chicos: “Se ofrecieron tres peluqueros que le cortaron el cabello a los chicos. Esa diversidad y calidad de gente que acompaña hace que existan iniciativas solidarias”, definió.