El Ministerio de Transporte de la Nación, a través de Vialidad Nacional, anunció una inversión superior a los 25 millones de dólares destinadas a la actualización tecnológica de sus áreas técnicas y de investigación.

La iniciativa se desarrolló en el marco de un Plan Integral de Fortalecimiento Institucional, enfocado en la optimización de las técnicas constructivas y su impacto en el medioambiente. Según señaló el organismo nacional, esto contribuirá al diseño y elaboración de mejores proyectos de obras viales que prioricen agilizar los periodos de construcción, la extensión de la vida útil de las obras y un consecuente ahorro para las arcas del Estado.

"Hemos vuelto a valorizar el trabajo que Vialidad hace en todo el país, hemos retomado actividades que se habían tercerizado, hemos transparentado todo el sistema de licitaciones, logrando competitividad y valores hasta un 50% menores de lo que salían las obras antes. El de hoy es un paso más hacia una Vialidad Nacional más moderna y que trabaje mejor para todos los argentinos", indicó Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.

Vialidad precisó que el plan de fortalecimiento se ejecutó sobre cuatro ejes principales: la actualización de las normas técnicas, la incorporación de equipamiento científico, la ampliación y renovación de equipos y un plan de capacitación técnica de los recursos humanos.

Sin obras en la ruta 158

Por otra parte, la ruta nacional 158 sigue a la espera de obras por parte de la Dirección Nacional de Vialidad, ya que diariamente miles de usuarios se enfrentan al grave peligro de transitar esta vía en el tramo que va desde San Francisco hasta Las Varillas, plagado de baches, desniveles y roturas de todo tipo. En un recorrido realizado en este trayecto de 80 kilómetros, El Periódico pudo contar más 250 baches de diferentes tamaños. De ellos, al menos 170 pueden considerarse pozos de tamaños grandes o medianos, que obligan a maniobrar para esquivarlos. En total, da un promedio de algo más de 3 baches por kilómetro.

Tras varias protestas de vecinos autoconvocados, en las últimas semanas comenzaron a llevarse a cabo trabajos de bacheo que por ahora alcanzan a una parte menor de los pozos.

A estas cifras de pozos hay que sumarle los grandes desniveles en el pavimento (principalmente en las banquinas, que son los más peligrosos) y la mala señalización de los tramos repavimentados, que todavía no tienen pintadas las correspondientes líneas amarillas que impiden el paso en curvas (solo hay una blanca provisional) o las que marcan los bordes de la ruta.

Los numerosos accidentes ocurridos en los últimos meses evidencian la grave situación de la ruta, aunque afortunadamente todavía no hubo que lamentar víctimas fatales.