La historia detrás de los disparos que recibió el estudiante neuquino Kevin Sanhueza mientras trabajaba de repartidor delivery de la aplicación Glovo en La Plata puso la lupa en las condiciones laborales en las que se desarrolla esta actividad, mientras el joven continúa internado en el hospital San Martín de la localidad.

Kevin se mudó a La Plata para estudiar, como hacen cientos de jóvenes de la región, y eligió emprender el camino para convertirse en arquitecto. Los fondos para sostener sus estudios no le alcanzaban, por lo que comenzó a trabajar en un lugar que le permitiera seguir cursando. La solución fue subirse a una bicicleta para repartir pedidos que los clientes realizan a través de una aplicación de celular, en este caso Glovo.

Fue durante uno de esos repartos, el sábado pasado, cuando un hombre lo baleó para asaltarlo. Kevin alcanzó a mandar un mensaje de Wahtsapp para avisarle a un compañero, luego, el cliente lo encontró e hizo lo mismo. Inmediatamente, el joven de 27 años fue trasladado al hospital donde fue intervenido.

Sanhueza se encuentra internado en el hospital San Martín en terapia intensiva y en grave estado de salud, dado que el balazo que recibió ingresó por el pecho y perforó el intestino. Los especialistas que lo atendieron no pudieron quitar el proyectil por el delicado cuadro clínico. Los familiares del joven viajaron desde Neuquén y acompañan su evolución.

Comunicado

Inmediatamente, desde el Centro de Estudiante de la Facultad de Arquitectura se pusieron a disposición del joven, armaron una campaña solidaria y emitieron un comunicado afirmando que “frente a la situación crítica de nuestro país, (...) producto de todo un ajuste que el gobierno de Macri descarga sobre nuestras vidas, nos parece importante resaltar que Kevin no fue sólo víctima de un asalto, sino también del ataque que sufre la educación pública y sus políticas de permanencia; y de la precarización laboral, todo un ataque a nuestro derecho a seguir formándonos.”

En el documento, los estudiantes se pusieron a disposición de los trabajadores conocidos como “glovers” (en referencia a la marca que los emplea), quienes después de la agresión se organizaron para acompañar al agredido y denunciado el desamparo de la empresa, ya que días antes otro de sus compañeros había sido apuñalado y no había recibido ningún tipo de contención.

Protesta

El hecho causó gran conmoción entre cientos de chicos y chicas que realizan repartos para las apps Glovo y Pedidos Ya. Horas después de lo ocurrido se reunieron al pie de la Torre 1 de Plaza Moreno en La Plata, en 12 y 51, y en una asamblea decidieron cortar 12 y 53 para dar cuenta de su situación y exigir más seguridad a las autoridades provinciales en el área, con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, a la cabeza.

La manifestación se extendió durante varias horas y congregó a casi medio centenar de cadetes, muchos de los cuales fueron víctimas de otros hechos similares. Mientras a ola de hechos de inseguridad contra los glovers parece ir en aumento, los repartidores decidieron tomar cartas en el asunto y ahora construyen su propio mapa del delito, se organizan para protegerse mutuamente, para cuidar nada más y nada menos que sus propias vidas.

Los “glovers” detallaron que la firma no los reconoce como empleados, sino que deben ser monotributistas, que no les brindan medidas de seguridad y no tienen garantías de continuidad laboral ya que la empresa está registrada bajo una modalidad, el “coworking” o economía colaborativa, que presenta grises en cuanto a la legislación.

Dos detenidos

La Policía detuvo este lunes a dos hombres sospechados de balear al joven neuquino. El operativo se realizó en el barrio de Los Hornos, a las afueras de la capital bonaerense, antes del mediodía y además de las detenciones se secuestró una moto con características similares a las que describieron testigos del trágico hecho.

Fuente: Diario Río Negro / La Mañana Neuquén.