Tal como señala el último parte médico del precandidato a presidente Alberto Fernández, "se detectó una inflamación pleural que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria". Permanecerá internado al menos hasta el jueves.

La doctora Marisa Lanfranconi -que es quien firma el documento- informó que presenta un buen estado de salud, "con adecuado control del dolor", y contó que está "deambulando por la habitación, acompañado por su familia".

"Estoy lo más bien. Inventan cualquier cosa, que me habían puesto un stent, nada que ver. Si estuviera tan mal como dicen, no estaría hablando con todos", dijo Fernández a La Nación desde el Sanatorio Otamendi.

El lunes, el exjefe de gabinete ingresó al Sanatorio Otamendi, por sus propios medios, "con un cuadro de tos seca y dolor torácico, sin otros síntomas asociados". Desde entonces, quedó internado para que los médicos pudieran explorar el cuadro y realizar los estudios pertinentes.

"El médico de guardia del Otamendi, Federico Saavedra, me dijo: '¿Por qué no te quedás 48 horas acá, tipo spa, y te hacemos todos los chequeos? Si no, vas estar dos días entrando y saliendo'", relató Fernández, sobre los motivos de su internación.

Desde que llegó al Otamendi, Fernández habló con amigos, periodistas y dirigentes, entre ellos Cristina Kirchner. Los dirigentes más cercanos al exjefe de Gabinete insisten en que no es cuadro grave y que no se está ocultando nada. "Una vez que empiece la campaña no va a parar ni un segundo, así que es mejor que se haga los estudios ahora", dijo a La Nación un referente del PJ porteño muy cercano a Fernández. "Pudo haber influido el estrés, pero hablé con él y lo noté bien", comentó otro.

Fuente: La Nación