La Cámara Novena del Crimen de Córdoba condenó hoy por unanimidad a Fabián Casiva a prisión perpetua  por el femicidio de la joven trans Azul Montoro (24), ocurrido en la ciudad capital en octubre de 2017.

La sentencia se conoció poco después del mediodía, después de una jornada emotiva para los familiares y amigos de la joven.

Se trata de un caso emblemático en Córdoba, por ser la primera vez que el asesinato de una persona trans llega a juicio oral.

Este miércoles, el fiscal Gustavo Arocena, había pedido prisión perpetua para Casiva, quien enfrentó el proceso acusado de homicidio calificado por femicidio, hurto calamitoso y daño (infracción a la ley Sarmiento por herir a una perrita).

La previa

Nervios y emoción se mezclaban entre familiares y amigos de Azul en horas de la mañana.

Sus amigas, que estuvieron presentes a lo largo de todas las audiencias, llevaron a la sala carteles con la imagen de Azul. Sus papás, Alejandrina Torres y Raimundo Espinoza se mostraban “confiados en que se va a hacer Justicia”, minutos antes del comienzo de la audiencia.

Kitty Quispe, subdirectora de Políticas de Género de la Municipalidad y la primera funcionaria trans de la institución, indicó: “Vengo no como funcionaria sino como para a solidarizarme porque los femicidios y crímenes de odio deben parar”.

Femicidio

Fabián Alejandro Casiva, oriundo de Villa El Libertador, mató a Azul Espinosa, más conocida como Azul Montoro, y luego atacó a una perra caniche que estaba en la habitación y que pertenecía a una compañera de la víctima. La apuñaló varias veces y le cortó una oreja. Al retirarse se llevó un teléfono celular y dinero.

Casiva, el acusado (Ramiro Pereyra/LaVoz).

Casiva, el acusado (Ramiro Pereyra/LaVoz).

La chica fue encontrada sin vida por una amiga que llegó al departamento a la madrugada. Con el correr de las horas notaron que Azul permanecía en línea en WhatsApp, por lo que iniciaron una videollamada para ver quién estaba del otro lado. Casiva respondió y su rostro quedó grabado. Horas más tarde fue detenido cuando intentaba internarse en una institución de salud mental.

"No estaba en mis cabales" 

Contrario al pedido de cadena perpetua por parte del fiscal Arocena, el abogado del acusado solicitó la absolución al sostener que Casiva es inimputable por sus problemas psiquiátricos y por la supuesta inexistencia de la figura de femicidio.

“Si su imputabilidad está en duda, se debe fallar a favor del acusado”, reclamó.

En sus últimas palabras antes de onocer la setencia, Casiva pidió disculpas a los familiares directos de Azul, pero no al resto de los presentes en la sala: "Me quieren hundir", aseguró.

"Sé que no le voy a poder devolver la vida (a Azul) pero estoy arrepentido. No estaba en mis cabales. Lo lamento, de corazón. Sé que es un dolor muy grande". 

Casiva aseguró no entender lo que estaba pasando y sostuvo: “No tengo nada en contra de la mujeres ni de los hombres”.

También se refirió a su estadía en prisión, donde asegura haber vivido un calvario. “Estoy en el pabellón del fondo, con los cocodrilos, los malditos. Del servicio dicen que tengo 10 en conducta pero me he cansado de pelear. Me metieron el caño, me quisieron robar y apuñalar.  Yo soy humano y cometí un error, como todos ustedes”, cerró.

Fuente: La Voz del Interior