La república de Ecuador vive días de alta agitación. El presidente Lenín Moreno advirtió que mantendrá con toda firmeza su decisión de eliminar los subsidios al combustible, pese a las violentas protestas que derivaron en la detención de al menos 350 personas y en la imposición del estado de excepción en todo el país.

“Bajo ninguna circunstancia vamos a cambiar la medida. Que se oiga bien: no voy a cambiar la medida. Que quede claro: se eliminó el subsidio, se acabó la zanganería, y de aquí en adelante vamos construyendo el nuevo Ecuador que todos anhelamos, que todos soñamos”, expresó Moreno.

La ola de reclamos comenzó luego de que, acosado por el endeudamiento y la falta de liquidez en esa economía dolarizada, Moreno pactara un millonario programa de créditos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluye la quita de subsidios a los combustibles, que demandaban 1.300 millones de dólares al año.

Esta quita de la ayuda estatal disparará el precio del galón de nafta (equivalente a 3,78 litros) desde 1,85 dólares a 2,22 dólares.

Ola de protestas en Ecuador por la quita de subsidios y reforma laboral
Un grupo de manifestantes se enfrenta a la policía en Quito. RODRIGO BUENDIA AFP

No es la única medida que causó reacción popular puesto que el Gobierno impulsa también una reforma laboral que avanza en la Asamblea Nacional y que podría ser aprobada en un plazo de 30 días.

Uno de los incisos más controvertidos de la propuesta oficial es la reducción de 30 a 15 días de vacaciones a los empleados de empresas públicas y un aporte de 1 día de salario mensual.

Además, la reforma incluye la reducción de salarios de hasta un 20% en contratos temporales del sector público. En tanto, también existe un cronograma de despidos el próximo año. “A las empresas públicas se les exigirá una reducción de gasto de 100 millones de dólares y en el caso de la Seguridad Social, de 50 millones de dólares”, expresó el titular de finanzas Richard Martínez.

Opositores y analistas denuncian que la subida del precio del combustible provocará un excesivo aumento del costo de la vida como inflación en los alimentos y aumento de tarifas del transporte público. Sin embargo el gobierno ecuatoriano dice que su decisión está "en línea con la agenda mundial contra el cambio climático".

"Y permite liberar recursos para apoyar a nuestros emprendedores", aseguró Moreno.

A las manifestaciones de los transportistas se sumaron organizaciones sociales, indígenas y estudiantes universitarios. Después de dos días de protestas y paro general, este viernes los transportistas de Ecuador levantaron el paro y anunciaron que dejan en manos del Gobierno de Lenín Moreno el futuro de su actividad.