Una nueva tragedia vial golpeó a los mendocinos. Un conductor de 23 años en estado de ebriedad atropelló con su camioneta a una familia y provocó la muerte de una nena y una joven. Otras víctimas sufrieron heridas y están hospitalizadas.

Tras el fuerte impacto, el hombre, con domicilio en la comuna de Maipú, intentó darse a la fuga, pero a los pocos metros fue interceptado por los agentes policiales, quienes lo llevaron a la comisaría 35. De acuerdo a las pericias de alcoholemia realizadas por los efectivos en el lugar del accidente, el autor del siniestro se encontraba con 1,88 gramos de alcohol por litro de sangre: más del triple de lo permitido por la ley provincial de Tránsito (0,5 g/l).

Las víctimas mortales son Aimara Tejada, de 3 años, y Gabriela Riquelme, de 21. Ambas fueron atendidas por los equipos de emergencia. La niña murió en el lugar y la joven, cuando la trasladaban al Hospital Central. Nicol Riquelme, de 18 años, y Rocío Arias, de 14 años, sobrevivieron al violento impacto y están bajo cuidados médicos intensivos.

El fiscal de Tránsito que lidera la pesquisa es Fernando Giunta. A la espera del avance de la causa judicial, definirá en las próximas hora la imputación que tendrá el hombre y si lo envía al penal.

En los últimos años, Mendoza ha sido testigo de numerosas tragedias en sus principales rutas y calles. El 23 de diciembre, un chofer de la empresa de buses Ahumadas desbarrancó en la alta montaña y le causó la muerte a tres personas. El hombre explicó que se quedó dormido. Está imputado por homicidio culposo agravado y goza del beneficio de la prisión domiciliaria.

A mediados de diciembre la provincia se conmocionó con la muerte de los hermanitos Kruk, Agustín, de 7, y Abril, de 3 años, quienes fueron atropellados en la transitada Costanera, de la Ciudad, cuando se preparaban para cruzar la calle con su mamá. El test de alcoholemia le dio positivo al hombre que circulaba en contramano y que originó el choque. Los tres conductores que participaron del hecho fueron detenidos y están imputados por homicidio simple con dolo eventual, lo que podría significarles entre 8 y 25 años de cárcel.

Fuente: La Nación