El candidato presidencial por Consenso Federal, Roberto Lavagna, propuso este jueves la implementación de un "Programa de Emergencia Alimentaria en todo el país, por siete meses" con el propósito de atenuar “el delicado cuadro social y mejorar la vida de los argentinos”.

“Tomamos la iniciativa a raíz de que el delicado cuadro social reinante nos exigía ocuparnos inmediatamente de los más afectados por la crisis, dejando de lado todo interés que no se orientará a mejorar la calidad de vida de los argentinos”, precisó el economista.

Lavagna propuso la iniciativa a través de un mensaje grabado en video, que se difundió por redes sociales y plataformas, y durante el cual está acompañado por su compañero de fórmula, Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta.

El candidato recordó que “hace dos semanas”, su espacio llamó a “bajar la intensidad electoralista” y pedir que “el Gobierno ponga en marcha” este programa. 

“Sin embargo, la respuesta fue una simulación de diálogo que terminó intensificando el 'campañismo'. Mientras esto ocurría, en las últimas semanas el rebrote inflacionario agravó el cuadro, al extremo de poner en situación crítica a millones de personas que ya venían sufriendo un marcado deterioro en sus condiciones básicas de vida”, sostuvo. 

 
Lavagna afirmó que “la primera medida propuesta es la declaración de la Emergencia Alimentaria Nacional por siete meses, desde el primer día de septiembre de 2019 hasta iniciado el Ciclo Escolar 2020, como mínimo”.

Este plan tiene la meta de “aumentar los recursos destinados a los comedores escolares afectados al Programa de Emergencia Alimentaria, e incrementarla ayuda extraordinaria de $1000 a beneficiarios de la AUH, dispuesta por el gobierno nacional para septiembre y octubre a $1500 por cada hijo y hasta el quinto, y extenderse hasta el mes de marzo de 2020, como mínimo”. 

Además, se propone “ampliar y reforzar la cobertura” de hogares alcanzados por los sistemas de “bolsas de alimentos” o de “entrega de mercadería” actualmente vigentes.

 
También incluye a las escuelas secundarias que necesiten los servicios alimentarios escolares, también con fondos nacionales.

Y además mantener todos los días, sin excepción, abiertas las escuelas públicas afectadas, en condiciones de cumplir con las acciones del programa.