Un niño de siete años emocionó a su maestra luego de viajar a caballo hasta una loma para poder tener señal y mandar sus tareas. El pequeño, llamado Jeremías, vive en una zona rural de La Pampa y toma sus clases de la Escuela 99 de Santa Isabel.

La maestra, Sonia Ana Lía Díaz, difundió el emocionante video de su alumno a través de las redes. En comunicación con La Arena, la docente contó que cuando se dispuso el aislamiento, la familia de Jeremías decidió pasarlo en en un puesto rural ubicado a unos 30 kilómetros de Santa Isabel, en cercanías al límite con Mendoza. Desde ese lugar, el pequeño de las ingenia para poder enviar sus tareas.

“Donde están no hay señal, debe ir a caballo, siempre acompañado por su madre o su padre, unos cuantos kilómetros hasta el establecimiento ‘La María Auxiliadora’. Allí en una loma hay un poco de señal”, contó Sonia.

En uno de los videos, se lo escucha decir: “Hola seño, estoy acá en el campo. ¿Qué estás haciendo? Quiero mandarle saludos a mis compañeros”.

En otro pasaje, le dice: “Seño, mirá qué hago de gimnasia” mientras juega en la tierra.

En otra parte del video, Jeremías canta con su cuaderno en la mano, arriba del caballo: “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fue a llamar a otro elefante. Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante”

La maestra contó que “Normalmente -Jeremías- va día por medio, a pesar del viento, los días grises que lo han acompañado, pero es evidente que su responsabilidad esta primero. En este momento estamos leyendo porque les cuesta, entonces la seño envió canciones para cantar en familia luego leerlas y escribirlas. Aquí Jeremías con su caballo y su canción”.

Sonia contó también que son varios los alumnos en la misma situación que Jeremías. “Es complicada la comunicación. Algunos lo hacen por celular, computadora, y otros cuando sus papás vienen a Santa Isabel para comprar insumos. Es decir cuando pueden”, contó.

 
“En principios se pusieron horarios, pero la realidad supera todo. Así que, en mi caso, para nuestros alumnos no hay horarios ni fines de semana ni feriados. Estamos dispuestos a ayudarlos a hacer los deberes ó resolver consultas a toda hora, cuando ellos puedan. En mi caso estoy dedicada a eso. Son tiempos en los que hay que consciente de las urgencias con que vivimos”, cerró la docente.

Fuente: La Voz del Interior