El quinto mes del año mostró síntomas de una ligera desaceleración de la inflación, lo que inyecta algo de aire al oficialismo de cara a las elecciones primarias del 11 de agosto próximo.

La noticia llega en medio del brote de optimismo que rodea a Cambiemos (ahora rebautizado como Juntos por el Cambio) luego de que esta semana se reveló la inesperada fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la suba de precios promedio de mayo fue del 3,1%, menos de medio punto por debajo del 3,4% que había marcado en abril.

Si bien es un retroceso muy leve, se trata de la segunda baja intermensual consecutiva luego de un primer trimestre negro: la inflación tocó un pico de 4,7% en marzo pasado y postergó el objetivo del equipo de Nicolás Dujovne de un descenso paulatino y sin sobresaltos a lo largo de un año plagado de comicios.

La mala noticia sigue llegando por el lado de la “velocidad” que la suba de precios arrastra en los últimos 12 meses.

En el cálculo interanual, el índice de precios al consumidor (IPC nacional) trepó hasta el 57,3%. Se trata de un valor récord que supera el 55,8% que se había registrado el mes pasado.

Valores de esta magnitud, por encima del 50 por ciento, no se daban desde 1991, tras la salida de la hiperinflación.

Alimentos y bebidas reflejan el dato más preocupante: 21,6% en lo que va de 2019 y 64,9% en los últimos 12 meses.

Una meseta forzada

No fue gratis para el Gobierno lograr amesetar la inflación en torno al tres por ciento.

Lo consiguió, fundamentalmente, sobre la base de un dólar que se mantuvo estable durante todo el mes y que aplacó las expectativas inflacionarias. En efecto, la moneda estadounidense arrancó mayo en 45,20 pesos para la venta y finalizó el mes a 45,40.

Viendo el vaso medio vacío: no genera demasiado optimismo que, con un dólar estancado, igualmente la inflación núcleo (básicamente alimentos) haya seguido aumentando (3,2% en mayo).

Por el lado de las góndolas, ayudó el perenne programa kirchnerista de control de precios, que, ampliado en el plan Precios Esenciales, aportó en el objetivo de sostener los valores de venta de un conjunto de productos de la canasta básica de alimentos.

La tercera herramienta a la que echó mano el Gobierno para contener el alza de precios fue el freno en la suba de tarifas. O, al menos, su postergación en el tiempo.

En el caso del gas natural, por ejemplo, la suba que debía operar en abril (cerca del 30%) se diluyó a lo largo del segundo trimestre.

En la luz, también se decidió postergar para fin de año el ajuste de la energía mayorista (resta ver en Córdoba si Epec podrá hacer lo mismo con sus costos de transporte y distribución).

La nafta también estuvo “pisada” por el Gobierno, que postergó para julio el incremento del componente impositivo.

Pico interanual

Según analiza Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, la cifra de mayo de 57,3% “sería el pico de inflación interanual”.

El economista entiende que “si la tasa de junio es menor que 3,7% (y todo indica que lo será), a partir de ese mes la tasa interanual comenzaría a bajar”.

Por un lado, según el titular del Iaraf, porque las tasas mensuales comenzarían a transitar un sendero de descenso mes a mes; y, en segundo término, porque se comenzará a comparar contra las bases altas del segundo semestre de 2018.

Hay que recordar que, entre junio y noviembre del año pasado, el IPC nacional no bajó nunca del tres por ciento intermensual, con picos elevadísimos en septiembre (6,5%) y en octubre (5,4%).

“Cuando las personas perciben, mes a mes, que la tasa es menor, las expectativas se vuelven menos pesimistas y se reduce la frecuencia de la remarcación de precios. Esto va rompiendo la indexación y los precios relativos se acomodan más rápido y con menores costos”, dijo Argañaraz.

El ítem que más se incrementó en mayo fue el de salud (5,1%), principalmente impulsado por la suba de las prepagas.

También aumentó por encima del promedio el relacionado con la vivienda, que creció cuatro por ciento. Transporte (3,5%) y prendas de vestir y calzado (3,4%) fueron los otros apartados que traccionaron la suba general.

Los productos estacionales, la mayoría vinculados a las frutas y verduras, reflejaron un alza leve en mayo de apenas el 0,6%. Esto compensó el aumento de los servicios regulados, que en promedio treparon el 3,7%.

Como está dicho, el IPC núcleo creció un 3,2%, y acumula 19,8% en lo que va del año y 58,8% interanual.

La llamada inflación núcleo es aquella que excluye los precios regulados, como las tarifas de luz, gas y agua; el valor del boleto de transporte, y, en general, todos aquellos valores que son fijados por el Estado. Es la esencia de la inflación y la más difícil de bajar.

Aumentos en la ciudad de Córdoba

Los alimentos treparon 65% en los últimos 12 meses.

IPC Córdoba. Fue del 2,94%.

Comida. En mayo, los alimentos para consumir en el hogar subieron en la ciudad de Córdoba 1,35%, y acumulan un 23,28% en lo que va de 2019. El incremento de los últimos 12 meses es récord: 65,3%. Lo que más aumentó en mayo: los lácteos (4,96%) y el pan (3,48%).

Bebidas. Las bebidas para consumir en el hogar subieron 13,3% en 2019 básicamente impulsadas por las gaseosas, que aumentaron más del 15%. Las bebidas alcohólicas, en tanto, acumulan sólo un 6% este año.

Nafta. En mayo, la suba en Córdoba estuvo por encima del aumento promedio (IPC Córdoba). Fue del 4,35%, según el cálculo de la Dirección de Estadística y Censos provincial.

Salud. El aumento de las prepagas impulsó el mes pasado el ítem seguros médicos, con un incremento del 5,23%. Los medicamentos, en tanto, aumentaron un 5,3%.

Gas. En mayo también subió el gas natural (7,18%). En abril había subido 7,95%; y para junio se espera un alza de casi el 10%.

Agua. El aumento del ítem agua, cloacas y desagües impactó el mes pasado con un 12,05%, según el índice oficial de precios.

Fuente: La Voz del Interior