El sarampión se sigue extendiendo como una mancha inexorable. La Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación confirmó 35 casos en el país, nueve más en relación con la semana anterior. 

La cifra representa un incremento del 150 por ciento, si se la compara con el año anterior. En todo el 2018 se habían confirmado 14 casos en Argentina. 

El 74 por ciento de las notificaciones actuales corresponden a personas que no salieron del país. Esto quiere decir, que el virus está circulando en territorio argentino. Los casos autóctonos de sarampión fueron confirmados en provincia de Buenos Aires (13) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (13). 

Santa Fe también confirmó dos casos, pero fueron relacionados con la importación. 

El sarampión es una enfermedad aguda muy contagiosa. El Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) dijo que nueve de cada 10 personas susceptibles –por ejemplo, que no fueron vacunadas– pueden contraer la enfermedad si entran en contacto con el virus.

El virus se transmite de persona a persona, por contacto directo con gotitas infecciosas. Con menor frecuencia, por propagación aérea. Puede permanecer activo durante dos horas en el aire. 

Peligro para los niños 

Los chicos menores de 5 años son los más susceptibles de contraer la enfermedad. Ya que una persona recién logra inmunidad cuando recibe las dos vacunas de la triple viral (la primera se recomienda a los 12 meses y la segunda, en el inicio escolar. 

Los chicos mal nutridos, además de los enfermos crónicos, tienen más riesgos de sufrir complicaciones. 

Según el último reporte de Nación, el mayor número de casos confirmados correspondió a niños menores de 1 año (con ocho reportes en total). También se registra a esta edad la mayor tasa de incidencia: 1,08 cada 100 mil nacidos vivos. 

Le siguen en importancia los grupos de entre 35 y 44 años. Y los de entre 10 a 19. 

La vacunación con la triple viral, que además protege de rubéola y parotiditis, se recomienda en niños de 12 meses y un refuerzo al ingreso escolar. 

Aquellos padres que planifiquen un viaje a lugares de brote deben anticipar la vacunación a sus hijos y hacerlo a partir de los seis meses de vida del bebé. 

Riesgos y complicaciones 

En los lactantes, niños pequeños y adultos mayores, pueden aparecer complicaciones propias del virus: hemorragias, neumonitis o encefalitis. O bien las infecciosas asociadas, como la neumonía, otitis o laringotraqueobronquitis.

Los síntomas se caracterizan por dos cuadros, uno previo y el otro posterior a la erupción en la piel. El primer cuadro dura entre tres y cuatro días. Comienza con fiebre, catarro bronquial y conjuntival (triple catarro). Luego desarrolla erupción en la piel, con pequeñas manchas que comienzan en la cara y tronco. Después se extiende a los miembros. Este período exantemático dura entre cuatro y cinco días y coincide generalmente con el pico de fiebre.

Fuente: La Voz del Interior