Al menos 31 personas murieron y 300 resultaron heridas por las avalanchas causadas por varios terremotos, entre ellos uno de magnitud 7,5, en la madrugada del lunes en el montañoso interior de Papúa Nueva Guinea.

El administrador de la región de Tierras Altas, William Bando, confirmó al diario local "The Post Courier", citado por EFE, que al menos 13 personas perdieron la vida el lunes en Mendi, capital de la provincia del Sur de las Tierras Altas, y otras 18 en las regiones de Kutuku y Bosave.

Además, el funcionario agregó que un equipo del gobierno sobrevolará hoy la zona para conocer mejor el impacto del desastre natural, debido a la escarpada orografía de la región y a la dificultad de acceso por tierra.

En las zonas más afectadas se reportaron cortes de luz y las comunicaciones telefónicas no están disponibles y también se registraron daños considerables en propiedades e infraestructuras.

La Policía adviertió que hasta 400.000 personas de cuatro provincias se vieron afectadas por el movimiento telúrico, que sorprendió a la región.

En cuanto al sismo de 7,5 grados, al que le siguieron varias réplicas de hasta 6 grados, se registró a una profundidad de 35 kilómetros y con epicentro a unos 90 kilómetros al sur de Porgera, en la provincia de Enga, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).

Los terremotos son comunes en Papúa Nueva Guinea, que se encuentra en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, un punto de acceso para la actividad sísmica debido a la fricción entre las placas tectónicas.

Fuente: La Voz del Interior