Melina Bonino (25), vecina de nuestra ciudad, padece diabetes tipo 1 desde los 6 años y debe utilizar un infusor de insulina (más conocido como bomba de insulina). Pese a ello, denunció que en los últimos meses la obra social OSECAC no cumplió con la entrega de los insumos que le corresponden por ser afiliada. 

"Mi situación es la misma que muchos diabéticos, mis insumos deberían haber llegado en el período diciembre-enero y la cuestión es que no llegaron, me presenté a hacer el reclamo y me comunicaron que los insumos se entregaron pero a mí no. Buscaron el formulario de conformidad que nos hacen firmar en cada entrega y obviamente el mío no estaba", relató Melina sobre el trato que recibió en la sede local de la obra social de los empleados de comercio.

"Se hizo un reclamo a la central de Buenos Aires y la respuesta que obtuvieron es que, como en marzo se entregan nuevos insumos, lo que se me adeuda no se me va a entregar. Lo nuevo tampoco me lo dieron y hace tres meses que estoy sin insumos, la estoy piloteando como puedo", agregó.

Por otro lado, Bonino mencionó que en 2015 presentó un amparo judicial para poder obtener el infusor donde se establecía también la entrega de tiras reactivas e insumos para la bomba. "Lo que estoy tratando de hacer ahora es gestionar porque se está incumpliendo esa sentencia judicial. Espero tener novedades pronto", señaló la joven.

"Es una situación que vivimos a diario"

"Presenté los formularios como me lo solicitaron, esos insumos me corresponden y yo no puedo estar esperando a ver si se deciden a cumplir porque se trata de mi salud, mi enfermedad no espera. No estoy reclamando algo estético, sin salud no vivo, que es lo que ellos no entienden", apuntó.

Según la joven este tipo inconvenientes con las obras sociales es común para muchos pacientes diabéticos: "Es lamentable y es una situación que vivimos a diario. Hay niños que también están en esta situación, para un niño es fundamental un control y muchos no pueden acceder a cosas mínimas como tiras radioactivas o insulina", remarcó.

"Después de mucho tiempo me animé a publicar, siempre me quedé callada y esta vez dije: basta, y quiero que esto sirva para que los que están viviendo una situación similar se animen a reclamar por lo que es suyo, por su salud, tenemos una ley que nos ampara. La salud no es un privilegio, es un derecho", indicó Bonino.