Un accidente cerebro vascular (ACV) es la ruptura de una arteria cerebral, provocando una hemorragia dentro del cerebro o bien la obstrucción de dichas arterias con la consecuente falla en la irrigación cerebral que provoca la muerte de las células de cualquier órgano, explica el doctor Raúl Villafañe, neurocirujano (MP 16012/6 – ME2434).          

El profesional afirma que más allá de estas enfermedades de las arterias (que son consecuencia de la hipertensión arterial, el tabaquismo y otras alteraciones) existe otro tipo de ACV que es el provocado por la ruptura de una malformación en la pared de las arterias intracraneanas conocidas como aneurismas cerebrales. Estas dilataciones pueden ser de origen congénito o formarse durante la vida.

Modernos tratamientos para abordar aneurismas cerebrales
Aneurisma cerebral.

Qué es un aneurisma cerebral

Un aneurisma cerebral es la ruptura de esta dilatación anormal de las arterias cerebrales. Es el responsable de un gran número de derrames sanguíneos o hemorragias cerebrales. En un 70 por ciento de los pacientes que lo padecen el cuadro es grave, por lo que la consulta debe ser inmediata.

Estos derrames pueden pasar desapercibidos causando pequeñas molestias, como dolor de cabeza, mareos o vómitos, pero también pueden ser graves, iniciando con un dolor de cabeza muy fuerte, seguido de alteración o pérdida de la conciencia, produciendo cuadros neurológicos importantes como las hemiplejias o la muerte.

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Tipos y rupturas de aneurismas.

Cuando un aneurisma cerebral se rompe, la sangre fluye hacia un espacio que rodea al cerebro, denominado espacio subaracnoideo. Se provoca entonces una hemorragia subaracnoidea.

Por ello, es importante un diagnóstico precoz y un tratamiento especializado oportuno. Si un aneurisma es diagnosticado antes de que se produzca el derrame cerebral, los riesgos que pueden implicar su tratamiento en la forma programada son muy bajos.

Diagnóstico

Se recomienda, así, realizar un estudio de angiorresonancia o angiografía por Tac Helicoidal a todos los familiares directos de pacientes afectados por aneurismas.

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Coils dentro de aneurisma.

Durante muchos años, los pacientes portadores de aneurismas cerebrales solo podían tratarse a través de la cirugía convencional. Con el tiempo, atendiendo a la necesidad de poseer una respuesta menos traumática para estos pacientes, surgió la Neurocirugía Endovascular. Desde entonces, un alto número de aneurismas han sido tratados con éxito a través de esta revolucionaria técnica.

La angiografía cerebral es un estudio diagnóstico, que se realiza habitualmente a través de una punción en la ingle, lo que permite introducir un fino catéter con el que se navega o circula por las arterias a fin de visualizar las arterias y venas del cerebro e identificar de esta manera la causa del derrame y la localización del aneurisma que provocó el sangrado.

Tratamientos

A través de estudios diagnósticos se puede tomar la decisión de cómo tratar el aneurisma, sea mediante una operación convencional o mediante técnicas endovasculares mínimamente invasivas.

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Stent intracraneano.

La operación denominada convencional consiste en la apertura del cráneo, la identificación del aneurisma y la colocación de una delicada pieza metálica (clip) en su cuello para ocluirlo, y evitar de esta manera que siga ingresando sangre al mismo; es obviamente de más riesgo y no puede hacerse luego del cuarto día del sangrado.

La técnica endovascular utiliza los principios de la angiografía. Se realiza avanzando un micro catéter a través de las arterias hasta el interior del aneurisma, para posteriormente ocluirlo con diferentes materiales (resortes del platico, balones). Este método se denomina embolización.

También se pueden colocar unos dispositivos especiales denominados Stents (elementos tubulares que se colocan en la pared interna de las arterias para ocluir de esta forma el cuello del aneurisma). Si el paciente es embolizado, la internación generalmente es de dos días, dependiendo de esto del estado previo del paciente, del tiempo transcurrido desde que se produjo la hemorragia y de la presencia o no de vasoespasmo. En el caso de una cirugía convencional, el paciente permanece internado no menos de siete días.

¿Cirugía convencional o embolización?

Es importante, aclara Villafañe, que una persona portadora de un aneurisma cerebral sepa que la cirugía no es la única terapia eficaz existente para solucionar el problema. Un nuevo y seguro procedimiento mínimamente invasivo, denominado embolización de aneurismas cerebrales, trata eficazmente esta patología sin el impacto físico y doloroso de la cirugía y sin la utilización de anestesia general.