Investigadores policiales trabajan para esclarecer un gravísimo episodio de inseguridad en la ciudad de Córdoba: el crimen de un vecino en el marco de un asalto domiciliario.

Por ahora, todo es un enigma para los pesquisas.

Un hombre de 68 años fue hallado muerto en el interior de su vivienda en el barrio Ampliación Residencial América, en la franja nordeste de la ciudad de Córdoba. De la casa desaparecieron un Renault Clio y otras pertenencias. El portón quedó abierto.

La víctima de esta historia enmarcada en la imparable ola de inseguridad que sacude a Córdoba fue Héctor Nievas, quien tenía 58 años. El vecino vivía solo. De origen sueco, el hombre estaba jubilado.

Fuentes judiciales informaron a La Voz que el caso está siendo investigado por una comisión de pesquisas del Departamento Robos y Hurtos de la Policía provincial.

Todo fue descubierto el pasado sábado en horas de la noche en un domicilio ubicado en calle Los Tintines al 1100 de Ampliación Residencial América, en la Capital.

Al lugar llegaron varios familiares de don Nievas, precisamente, porque estaban preocupados por la falta de noticias suyas desde hacía varios días. De hecho, no atendía el teléfono ni respondía los mensajes.

Así las cosas, los familiares de Nievas llegaron temerosos al domicilio.

A poco de arribar, se dieron con la peor de las sospechas: el portón del garaje estaba abierto y el Clio azul no se encontraba.

Los familiares (entre los que había un policía) comenzaron a golpear la puerta de manera insistente y a tratar de ver, a través de la ventana, qué estaba sucediendo adentro.

Fuentes con acceso a la causa revelaron que, desde el exterior, pudieron ver mucho desorden en la casa. Había objetos tirados y se veía una luz prendida.

Desesperados, forzaron una puerta y, a poco de entrar al domicilio, hallaron al hombre tirado en el piso envuelto con mantas. Se halló sangre en el piso. Una versión da cuenta que habría estado maniatado, pero esto fue perdiendo sustento con el paso de las horas.

En la casa, como se dijo, había mucho desorden y cosas tiradas. No se halló el celular.

En medio de escenas de desesperación, los familiares comenzaron a pedir ayuda. Algunos vecinos salieron a ver qué había pasado y alguien llamó finalmente a la Policía.

Fuente: La Voz del Interior