Rosa Violeta Abrate (52) vive en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. Desde hace varios años intenta encontrar a  una hermana que nació en San Francisco el 26 de enero 1957, según pudo constatar cuando observó la partida de nacimiento. La mujer fue anotada bajo el nombre de Mercedes Luisa Ludueña (58), sin embargo, Rosa cree que le cambiaron el nombre.

“Según me dijeron unos tíos que tengo en San Francisco se la llevó una pareja adinerada que vivía en Rosario o del Rosario (podría ser Villa del Rosario), no me supieron decir bien”, explicó a El Periódico. No obstante, la mujer sostiene que sus tíos le retacean información y que en el medio “existen mentiras”.

Una joven mamá

La madre de estas dos mujeres, y de tres hijos más, se llamaba Cándida Rosa Ludueña, y la tuvo a Mercedes a los 16 años. Fue la segunda hija porque antes había dado a luz a un hombre que actualmente tiene 60, el cual Rosa prefirió no nombrar.

“Mi mamá nació en la zona rural aledaña a La Tordilla. A los 8 años se fue a vivir con su familia a San Francisco y con el tiempo comienza a trabajar como doméstica. Nunca tuvo documento, era una mujer muy humilde. La terminaron anotando en Arroyito”, comentó.

A los 17, según cuenta Rosa, Cándida se fue a vivir Buenos Aires y a los 20 años se casó con un hombre chileno, quien la maltrató mucho. “Cuando tenía 24 años mi madre muere de tuberculosis y mi padre nos entrega al orfanato. Mi padre era una persona violenta, yo estuve en Casa Cuna. Con mis hermanos fuimos golpeados terriblemente”, recordó. Hoy no sabe lo que ocurrió con él.

Secretos

Rosa pidió ayuda a través de los medios de comunicación: “Busco ayuda para poder encontrar a mi hermana. De estas cosas nunca quise hablar pero ahora sí. No me importa porque si mi hermana está viva y la encontramos sería una bendición”, aclaró. Y agregó: “Todos sufrimos, tenemos historias distintas, apellidos distintos, pero queremos estar juntos para que mi madre descanse en paz”.

Antecedente con final feliz

Hace unos meses, después de 20 años de búsqueda, Silvia Navarro, nacida en nuestra ciudad, encontró a su madre biológica, Nora Ferreyra, quien se vio obligada a entregarla después de su nacimiento a otra familia oriunda de Quilmes, en Buenos Aires. La mujer movió cielo y tierra, apeló a los medios de comunicación y pudo cerrar su historia al encontrar su mamá, quien reside actualmente en Colonia Marina.