Hace poco más de dos meses, 
la ciudad de Arroyito se vio convulsionada. Un matrimonio de ancianos y uno de sus hijos fueron asesinados de varias puñaladas en una vivienda. El autor confeso del triple crimen fue un nieto, y a la vez sobrino, de las víctimas. El muchacho, de 26 años, estaba imputado por graves delitos que presagiaban una condena a prisión prácticamente de por vida. Sin embargo, se determinó que el muchacho es inimputable y, en vez de ir a la cárcel, fue a parar a un instituto que alberga a pacientes psiquiátricos judicializados en Córdoba Capital. Todo indica que será sobreseído.

¿Por qué? Una serie de pericias psiquiátricas y psicológicas determinaron que, cuando tomó el cuchillo aquella nefasta jornada, tuvo una alteración morbosa de sus facultades mentales y no comprendió la criminalidad de su acción. Dicho a las claras, tuvo un brote de locura que lo llevó a cometer el ataque y para ley es inimputable.

Por todo ello, el fiscal de Arroyito, José Argüello, dispuso que Héctor Giussano deje la cárcel y sea internado en el Centro Psico Asistencial (CPA), ubicado en barrio Güemes de la Capital provincial y que depende del Ministerio de Salud de Córdoba, bajo cuidados policiales.

Fuente: La Voz del Interior