Por este motivo, los uniformados detuvieron su marcha y tomaron conocimiento que a una cuadra del lugar había un bebé que se encontraba atragantado y ahogado tras ingerir un chupetín.

En el lugar, Calle 74 y 3 de la ciudad de Frontera, estaba la madre del niño desesperada con su hijo en sus brazos, pidiendo ayuda. De inmediato la Policía lo trasladó al Hospital Iturraspe, donde personal médico de guardia reanimó al niño quien quedó fuera de peligro de manera inmediata.