El nuevo robo que se produjo en la cantina del Club El Tala -ubicada en Larrea y Avellaneda-, causó malestar en los propietarios del comercio que manifestaron sentirse “desprotegidos y con impotencia”.

El hecho se registró el último domingo cuando delincuentes forzaron un candado en las puertas de acceso al local y tras violentarlas, ingresaron para llevarse distintos elementos.

En La Mañana de El Periódico (FM 97.1), la propietaria del local, Adriana Yudi, se refirió al robo que padecieron mientras la familia se encontraba fuera de la ciudad, disfrutando de unos días de descanso.

“Estamos tratando de recuperarnos del mal momento. Nosotros volvíamos de un viaje que hacemos tradicionalmente para Pascuas, entramos a San Francisco y un pariente mío que se encargaba de ir a controlar la cantina nos avisó que nos habían entrado a robar”, dijo la comerciante.

Según la mujer, los ladrones habrían actuado durante la tarde del domingo, cortando un candado y forzando la puerta de acceso sobre calle Avellaneda. Se llevaron una computadora de escritorio completa, una ticketera, unos parlantes y un televisor, además de provocar desorden en el lugar.

“Impotencia”

Yudi contó que el comercio paga un servicio de seguridad privada y la Cooperadora policial: “Colaboro como para que la Policía también me cuide, pero bueno estamos desprotegidos, me siento así y no hablo por mí solamente”.

Y agregó: “Tengo una impotencia bárbara y no se me pasa la bronca porque vos decís pucha te vas unos días porque trabajás todo el año y que te pase esto, no se lo deseo a nadie. Nos cuesta un montón comprar las cosas que nos robaron y nos cuesta un montón mantener el negocio que hace 20 años que lo trabajamos”.

Adriana se niega a poner rejas en su comercio al expresar: “No es un capricho mío es que no quiero enrejarme, quiero vivir tranquila y trabajar tranquila. Que los que se tienen que encargar de la seguridad de la ciudad se hagan cargo”.