Se trataría de Carlos Monzón, que había dejado el vehículo estacionado por Urquiza, en inmediaciones a calle Gutiérrez. Se iba a trabajar esa mañana ya que prestaría servicios en un frigorífico.   

Monzón se encontró con el vidrio de la puerta roto y verificó que en su interior faltaba un sobre con dinero en efectivo y cheques por unos $14.000 que había dejado debajo del asiento.