El cirujano acusado por la muerte de una mujer a la que operó para colocarle un implante de glúteos fue detenido este viernes en la misma clínica clandestina de la capital mendocina, en la que fue sorprendido por la policía mientras se operaba a sí mismo para alargar su pene.

Carlos Gustavo Arzuza, de 48 años, es un cirujano mendocino que ayer había operado una mujer que murió luego de ser sometida a una lipoaspiración e implante de glúteos.

Luego de la autopsia de la mujer, la fiscal Claudia Ríos que investiga su muerte allanó esta tarde la clínica clandestina en la que Arzuza operaba y lo sorprendió mientras se sometía a sí mismo a una cirugía de alargamiento peneano.

Arzuza fue detenido y trasladado al hospital Central de la capital mendocina, distante a media cuadra de la clínica.

Durante el procedimiento también quedó detenida una asistente del médico, de 39 años, y de nacionalidad rumana, de la que no trascendió su identidad.

Según informaron desde la fiscalía, la mujer fallecida es Isabel Beatriz Gattari, de 48 años, quien fue intervenida quirúrgicamente el viernes en la clínica clandestina ubicada en calle Alem y Salta de esta capital y falleció ayer.

La mujer falleció anoche tras descompensarse en su domicilio ubicado en un barrio privado sobre calle Urquiza del departamento de Guaymallén, cercano a la capital provincial.

La fiscal especial Ríos, en diálogo con la prensa tras el allanamiento, informó que con el resultado preliminar de la necropsia realizado durante la madrugada y tras recabar varios testimonios se determinó quién la intervino y dónde.

Los imputados han quedado detenidos bajo la carátula de "homicidio simple" destacó la fiscal, quien confirmó que Arzuza está con custodia policial en el hospital Central "tras tener una complicación medica".

Sin habilitación

"El lugar no estaba habilitado como clínica" añadió Ríos, quien también comentó que durante el allanamiento han secuestrado diferentes elementos quirúrgicos, entre ellos algunos de uso ginecológico.

Tras este hallazgo los investigadores también intentan determinar si en la clínica se realizaban abortos.

Funcionarios de la municipalidad de la Capital, confirmaron a Télam que la clínica no tenía habilitación municipal para funcionar y agregaron que además el sitió no reunía los requerimientos mínimos de higiene para ese fin.

Por ello inspectores municipales procedieron esta tarde a clausurar el lugar que estaba alquilado, y cuya propietaria es una mujer mayor que vive en un departamento lindante a la clínica.

El mismo cirujano había sido investigado en 2013 por un caso de mala praxis en el que un empresario falleció luego de una cirugía estética debido a la anestesia.