Un policía, que en ese momento estaba de franco y realizando un trabajo en el techo de su domicilio, observó la situación y dio aviso al CAP, que intercepta a los menores en San Francisco de Asís y Cullen, a metros del campo de deportes de los Hermanos Maristas.

En ese momento, la policía observa que los jóvenes dejar caer algo al piso  siguen su camino antes de ser detenidos. Se trataba de un revólver calibre 22 y 39 proyectiles.