El lunes 29 de diciembre del año pasado, un empleado de la firma Garnero, la cual distribuye productos de la cervecería Quilmes, fue herido de bala tras sufrir un asalto. Fue alrededor de las 8, en momentos donde se disponía a salir para realizar un depósito bancario. Dos ladrones que llegaron en una motocicleta lo abordaron y le robaron dos bolsas que contenían en total 500 mil pesos. Tras un forcejeo, la víctima fue herida en un pie.

Nueve días antes, un repartidor de una firma de golosinas sufrió el robo de la recaudación del día. El hecho sucedió en barrio San Cayetano, sobre calle José Teobaldo a la altura del 1400. El trabajador bajó del camión a entregar un pedido a un negocio y un joven que pasaba caminando por el lugar abrió la puerta del vehículo, tomó el maletín, que habría contenido en su interior unos 40 mil pesos, y huyó.

En 2015 el escenario no cambió. En el mediodía del martes 6 de enero, en la intersección de las calles Catamarca (N) y 1º de Mayo, el empleado de una firma que reparte bebidas denunció a la Policía que mientras estaba en una despensa del sector fue sorprendido por dos jóvenes a bordo de una motocicleta. Uno de ellos lo amenazó con un arma de fuego y le sustrajeron la billetera con el dinero recaudado hasta ese momento.

El último golpe lo dieron el pasado miércoles en la firma Becerra (Urquiza 870), que distribuye gaseosas de la empresa Pritty. Delincuentes entraron al galpón del depósito y se llevaron una importante cantidad de dinero.

Le buscan la vuelta

El Periódico contactó a repartidores de distintas firmas y todos coincidieron que la situación está “difícil”, aunque negaron tener miedo. Desde una distribuidora de bebidas afirmaron que sus repartidores salen sin dinero en el bolso, en el cual solo llevan papeles publicitarios y algunas herramientas.

Además, sostienen que deben buscarle la vuelta a este escenario inseguro. Afirmaron que los barrios más complicados son Parque en San Francisco, San Javier en Frontera y Acapulco, jurisdicción de Josefina.

En estos sectores se opta entrar por la mañana y temprano. Pero a otros directamente no van. Uno de ellos es la zona donde se ubica la popular “villita” de barrio Parque, allí el problema mayor no es sino las agresiones a los vehículos y los trabajadores, muchas veces de parte de menores de edad.

Algunos no denuncian

Desde una firma alimenticia explicaron que prefieren no hacer la denuncia ante un robo o un intento: “Si trasciende el nombre de la empresa después los delincuentes nos van a apuntar a nosotros”, confió un empleado.

Cómo actúan los delincuentes

Eligen distintas formas de actuar contra quienes ingresan a sus barrios. En algunas oportunidades realizan pozos en las calles de tierra para detener a los vehículos, también en algunas ocasiones arrojan piedras para frenarlos. Otras veces sorprenden a los distribuidores cuando están descargando la mercadería y no los dejan continuar hasta que no reciben un pago, ya sea en efectivo o con un producto. O simplemente les roban.

Algunos detenidos

Los dos golpes más grandes, el de las firmas Garnero y Becerra, tuvieron respuesta policial. Por el primero fue imputado Jonathan Artaza (18) como supuesto autor de “robo calificado por el uso de arma de fuego y violación de domicilio”.

Por el segundo, Ezequiel Alberto Rubiolo (24) y Lorenzo Saravia (28), fueron imputados por “robo calificado” no solo sospechados de haber robado en Becerra sino además de haberlo hecho en el local de correo postal Oca y de haber robado una camioneta Chevrolet Zafira de la concesionaria Chevrocor. Todos hechos ocurridos en la última semana.