Los abogados querellantes en la causa que investiga la muerte de Yuliana Chevalier, Carlos Martínez Cherini y Claudia Mirele, presentaron en la mañana de este jueves un pedido de diligencia probatoria con la finalidad de que lleguen peritos a explicar ciertas pruebas. A su vez solicitaron la realización de una reconstrucción virtual del hecho con todas las partes intervinientes “por las serias dudas que existen en la conexión de pruebas”, sostuvieron.

De acuerdo a lo informado por Martínez Cherini, el pedido sería aceptado por la fiscalía, lo que trajo tranquilidad a la familia de la víctima.

“El señor fiscal se va a tomar un paréntesis en la causa porque se encuentra agotado por los recientes casos que se produjeron en las últimas semanas, cuando él regrese vamos a estar todas las partes presentes. La familia lo tomó bien porque está viendo que el fiscal se encuentra trabajando dentro de los parámetros que posee y me comentó que quiere estar presente cuando se presenten las medidas probatorias”, expresó Martínez Cherini.  

Más confiada

Teresita Benavídez, abuela de Yuliana estuvo presente al momento de la presentación que interpuso el abogado y se manifestó confiada en el trabajo de los letrados. “Estoy mucho más tranquila y confío que el fiscal va a sacar adelante esta causa. Pido disculpas si juzgué al doctor Alberione muy rápido, tengo que darle su tiempo de trabajo, tal vez me equivoqué, lo único que quiero es Justicia para Yuli y que Lovera esté preso”, dijo la abuela.

La causa

Yuliana Chevalier (20) murió alrededor de las 4 del viernes 18 de agosto pasado en un domicilio de calle Pasteur al 1600 y las primeras informaciones referían que la víctima se habría disparado en el marco de una discusión con su pareja, utilizando el arma reglamentaria de su pareja, una pistola 9 mm.

Con el correr de las horas y tras distintas diligencias investigativas la causa derivó hacia el “homicidio” y a la detención del policía.

Sin embargo, el viernes 22 de septiembre el fiscal de Delitos Complejos, Bernardo Alberione, ordenó su libertad al “no encontrar elementos de convicción suficientes como para dictar la prisión preventiva”.