Según publicó Radio Estación, uno de los dueños del local, Ítalo Álvarez, reaccionó y agredió mediante golpes de puño en el rostro al martillero para evitar que cumpla con su trabajo, por lo que el profesional más tarde radicó la denuncia policial. Según trascendió, el reclamo laboral de la mujer estaba relacionado a su falta de registración.

Debió intervenir luego la Policía que ordenó la exclusión de Álvarez para que se pueda realizar la medida. Mientras tanto, el local siguió funcionando de manera normal.