El conmocionante caso de la joven mendocina que arrolló y mató a su novio en San Rafael, sumó un nuevo capítulo, con un testigo clave: el cuidacoche que vio todo lo que ocurrió la fatídica madrugada del 8 de septiembre.

"La mina había pegado la U en medio de la calle, como pegando la vuelta para la ruta. Ahí yo lo quedo mirando, y venía ligerísimo, ligero y el pibe estaba en la calle, no le dio ni tiempo de pararse al pibe porque ella lo pasó por arriba directamente, como si nada", expresó al diario local Sitio Andino el "trapito" que trabaja en las inmediaciones del boliche La Mona, quien recordó a Genaro por darle siempre propina.

"Ni se arrimó al chico"

Según su versión de los hechos, Julieta iba enojada, se metió al coche, hizo marcha atrás y abrió su ventanilla después de que Fortunato diera "dos golpecitos" en el vidrio para pedirle algo. "Ella baja la ventanilla porque el muchacho le golpea para pedirle algo, yo no podía escuchar porque estaba retiradito ahí al lado. Ahí arranca el auto, y sale ligero, el muchacho se agarra de la parte de la ventanilla y habrá hecho 10 metros o 15 metros cuando se cae al piso, queda sobre la mano izquierda", contó el trapito, recordando que la chica hizo unos 150 metros, giró en U, y pasó por encima del cuerpo del chico. "Le dije 'bajate, flaca. Mirá, atropellaste al vago'. Ella me respondió: 'Si yo no he hecho nada'", expresó el joven, quien le quitó las llaves del auto a Julieta para que no se fugara. "Ella ni siquiera lo fue a ver al novio. Se bajó del auto hasta donde estaba yo para que solamente le devolviera la llave diciendo que no se iba a disparar", agregó.

Por otra parte, se conoció este lunes que la pericia toxicológica practicada a Genaro arrojó que al momento del accidente se encontraba con un 1.8 de alcohol en sangre, en un evidente estado de ebriedad. En tanto, a la imputada se le practicaron pruebas de aire expirado el cual arrojó un 0.7 y el examen toxicología en un 0.8 de alcohol en sangre, lo que la ubica en una situación más complicada, ya que hasta este domingo se había informado que la mujer estaba muy alcoholizada al momento de conducir, con más de 1 g/l en sangre.

Con el resultado oficial queda en claro que Silva apenas sobrepasó el límite permitido por ley para circular de 0,5g/l en sangre, lo que indicaría que era consciente de lo que ocurría y que su proceder fue de manera "intencional", como sostuvo la fiscal, quien la había imputado por homicidio doblemente agravado por el vinculo de pareja y por alevosía. De todas maneras, la defensora de Julieta, Florencia Garciarena, apuesta a que se cambie la calificación del hecho.