Juarez Kissmann (69) llegó junto a su familia a San Francisco a inicios del 2000. Eran épocas complejas en el país y el ingeniero brasileño –nacido en la ciudad de Carazinho, estado de Río Grande del Sur- volaba a nuestras tierras para hacerse cargo de la presidencia de Weg Argentina, empresa radicada en nuestra ciudad.

Kissmann, ingeniero eléctrico con un posgrado en Administración y Gestión Financiera, tenía un objetivo: diversificar las ventas de productos Weg en Argentina, ampliando significativamente el abanico de ofertas, ya que hasta ese momento se concentraban en el mercado de motores eléctricos.

“La ciudad nos recibió muy bien y la adaptación con mi familia fue relativamente tranquila. Formamos un verdadero equipo de trabajo en la empresa, dando mayor participación a los gerentes de cada sector, haciendo de cada uno el verdadero responsable de los diversos rubros del negocio. En definitiva, nos subimos todos al mismo barco”, le dice Kissmann a El Periódico, previo a su partida a Brasil, luego de recibir el beneficio de la jubilación.

- ¿Cómo cree que recibieron su forma de trabajo, sus ideas viniendo de otro país? ¿Qué cree que pudo aportar?

- Creo que todos entendieron rápidamente la nueva forma de trabajo que propuse y se empeñaron al máximo por los resultados. No tuve problemas para adaptarme, sino que quienes debieron adaptarse a mis formas fueron quienes me recibieron. Así pude aportar el conocimiento de la empresa que tenía para facilitar la comunicación con la casa matriz y hacer fluir los procesos. En mi caso traje la experiencia de 19 años con WEG en Brasil, de los cuales 10 estuve como gerente nacional de ventas de componentes eléctricos para comando, protección y automatización de instalaciones industriales. Tuve la suerte de encontrarme con un grupo de personas de excelente calidad, capacidad, profesionalismo y disciplina, lo que me facilitó mucho las cosas.

“En San Francisco es grande el empeño de producir lo que se necesita”

- ¿Encontró similitudes de donde venía con San Francisco en materia de trabajo?

- La región de donde proviene WEG en Brasil (provincia/estado de Santa Catarina) es una zona fuertemente marcada por la presencia de inmigrantes europeos que se empeñan en producir todo lo que necesiten y así depender menos de otros mercados. Esto es precisamente lo que encontramos en San Francisco.

- ¿Coincide con lo que se dice, que además se observa, sobre lo calificada que es la industria local y su mano de obra?

- Sí. Desde mi llegada hubo actividades de comercialización en un primer momento y posteriormente se pasó a una etapa de producción y generación de más puestos de trabajo, con una planta de armado de tableros eléctricos industriales. Estar en un Parque Industrial dentro de un polo industrial de alto nivel de conocimiento técnico como el de esta ciudad te potencia. Y respecto a la mano de obra, claro que aprovechamos la presencia de la UTN, que fue fundamental para el desarrollo y crecimiento de la marca WEG en todo el país.

- ¿Por qué una empresa como WEG decide tener su planta en Argentina, precisamente en una ciudad como San Francisco?

- La decisión de expandirse es para estar presente más cerca del mercado donde uno actúa, eso es parte de la filosofía de WEG y Argentina fue el primer destino de la compañía afuera de Brasil.

- ¿Cuál cree que fue su mayor logro en estos años?

- Considero como un gran logro haber arrancado con un grupo de menos de 30 personas e irme y que haya más de 400, distribuidas en tres plantas industriales.

- Tras la jubilación decidió volver a Brasil: ¿cómo es ese proceso y qué va a extrañar?

- Después de más de 42 años de empresa ha llegado el momento de abrir espacio para las nuevas generaciones. El paso mío y el de mi señora Liane por San Francisco queda profundamente grabado en nuestras vidas, donde uno siempre supo ofrecer soporte al otro, tanto en la integración con la sociedad como en el cumplimiento de los objetivos profesionales. Decimos y entendemos que nos vamos de la ciudad, pero la ciudad no se va de nosotros porque dejamos aquí muchos amigos que marcaron nuestras vidas y eso no se olvida jamás.

Reconocido por el directorio del Parque Industrial

El directorio del Parque Industrial Tecnológico y Logístico de San Francisco, reconoció hace unos días al ingeniero Juarez Kissmann.

En manos de sus autoridades, se le entregó una placa en reconocimiento y agradecimiento por su “invaluable colaboración” con la industria de la ciudad y el Parque Industrial, homenaje recibido debido a que se jubiló y decidió retornar a su país.

Kissmann fue reconocido por el directorio del Parque Industrial.
Kissmann fue reconocido por el directorio del Parque Industrial.

“Juarez es un amigo, un empresario e industrial que hace 23 años trabaja en la firma Weg, de nacionalidad brasileña, que vive en nuestra ciudad y se convirtió en un verdadero sanfrancisqueño cosechando muchos amigos”, lo definieron desde el directorio.

Kissmann participó y colaboró en numerosas instituciones de la ciudad, entre otros aportes fue quien gestionó desde esta firma la cesión del terreno donde hoy se encuentra ubicada la sede social del Parque Industrial.