El papa Francisco recibió el viernes el alta en el hospital de Roma donde hace nueve días se sometió a una operación para reparar una hernia en la pared abdominal y eliminar tejido cicatricial intestinal.

El pontífice argentino, de 86 años, salió del hospital policlínico universitario Agostino Gemelli en silla de ruedas, sonriendo y saludando. Dio las gracias a la multitud que lo esperaba y se puso en pie para entrar en un pequeño auto del Vaticano.

“Todavía vivo”, respondió a una periodista que le preguntó cómo se sentía. Rodeado de una multitud, se entregó a algunos saludos y agradecimientos antes de subirse a su Fiat 500 blanco, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.

El 7 de junio, Jorge Bergoglio fue hospitalizado y se sometió a una operación de tres horas bajo anestesia general para reabsorber unas dolorosas “adherencias” en su pared abdominal, consecuencia de su operación de colon en julio de 2021.

Durante todo su ingreso hospitalario, el Vaticano fue publicando boletines de salud diarios para enviar un mensaje tranquilizador, mencionando una “evolución regular”, un buen cuadro clínico y unos “análisis de sangre normales”.

Es la tercera vez que el papa es ingresado en el hospital romano, ya que también estuvo hospitalizado tres noches a finales de marzo por “una pulmonía aguda” y fue operado en ese mismo hospital romano el 4 de julio de 2021 en el colon y dado de alta después de 10 días a los que siguieron una lenta recuperación.

Este jueves, el papa agradeció a todo el personal del Gemelli por su atención y visitó el departamento de Oncología Pediátrica y Neurocirugía pediátrica y habló con jóvenes pacientes, algunos de los cuales le habían enviado cartas, dibujos y mensajes deseándole una pronta recuperación.