Enfrentado a un tercer embate del coronavirus, Brasil registró casi 2.700 muertes en 24 horas, la mayor cifra en más de un mes, en medio de un alarmante repunte en la ocupación de las salas de terapia intensiva con pacientes con la infección.

Autoridades y especialistas han advertido que la marcha relativamente lenta de la vacunación, la reapertura prematura de la economía y la circulación de la variante india auguran una nueva embestida de la pandemia en el segundo país más enlutado por ella.

La nación sudamericana gobernada por el presidente Jair Bolsonaro, que se opone a los confinamientos y ha promovido aglomeraciones, sumó este martes otros 52.448 casos de coronavirus en las 24 horas previas, informaron autoridades.

La cifra, que eleva el total de contagios a 17,03 millones, representa un gran salto respecto del día anterior, cuando se habían registrado 39.712.

Por otra parte, el total de personas fallecidas llegó a 477.307 tras sumarse otras 2.693, la cifra más grande desde el 5 de mayo, con un promedio móvil de 1.714 por día en la última.

Algunos expertos hablan de la llegada de una tercera ola este mes de junio más letal que las dos primeras, puesto que se parte de una meseta mucho más alta de muertes diarias.

Otros aseveran que en Brasil no se puede hablar de olas, porque jamás en los 16 meses de pandemia se sofocó la circulación del virus hasta rebajar al mínimo los muertos y los casos, como sucedió en países vecinos o en Europa, por ejemplo.

El Instituto de investigación Fiocruz, del Gobierno federal, reportó que por tercera semana consecutiva subió la ocupación de las UTI para pacientes infectados con la Covid-19.

En 11 de las 27 capitales, la tasa de ocupación de ese tipo de salas superó el 90%, dijo el instituto.

En los dramáticos meses de marzo y abril, cuando se llegó a un pico de más de 4.000 muertos en un solo día, casi todos los gobernadores reimpusieron el cierre de servicios no esenciales y toques de queda nocturnos.

Sin embargo, ni bien empezaron a caer los números, las medidas se relajaron, según los expertos, de manera prematura, mientras el país de 212 millones habitantes se acerca al medio millón de muertos y presenta una de las mayores tasas de mortalidad por cada 100.000 habitantes del mundo (más de 220).

Fiocruz advirtió que la "flexibilización" de las medidas conllevará "una intensificación de la pandemia" en las próximas semanas.