A Antonella Tosco (32) todavía se la nota conmocionada  y con algunas marcas de golpes en su cuerpo, luego de sobrevivir al incendio que destruyó su casa de San Juan al 800, en un dramático episodio que tuvo un desenlace sin víctimas, gracias a los vecinos que actuaron para salvarle la vida a ella y a sus tres hijos menores de edad.

En diálogo con El Periódico, la mujer relató el dramático episodio que le tocó vivir y cómo sus vecinos tuvieron un rol fundamental y valeroso para rescatarla a ella y sus hijos de las llamas.  “Los vecinos me salvaron la vida a mí y a mis hijos, sin ellos no estaríamos acá. Creo que ellos tenían que estar en la vereda ese día”, admitió Antonella.

Según su testimonio, el hecho se desató alrededor de las 23 del último viernes en la habitación matrimonial, donde se encontraba Jadiel, el mayor de sus hijos de 9 años, mientras ella, estaba en la pieza de los niños con sus otros dos pequeños, Milo (4) y Killian (2).

“En un momento Jadiel viene a la pieza y me dice que salían chispas del techo, me dice ‘mami está cayendo fuego del techo’, cuando voy a la pieza había un chisperío que tomó el colchón y se formó una llama que llegaba hasta el techo”, relató.

Ante la desesperación, según siguió contando, intentó combatir el fuego con una remera que fue lo primero que encontró pero al verse imposibilitada intentó salir de la vivienda, sin embargo, en ese momento se cortó la luz en su domicilio.

“Había dejado mi celular en la pieza y no se veía nada, alcancé a agarrar una llave pero no era la de la puerta y mi hijo más grande que me gritaba que no tenía aire”, sostuvo. Y agregó: “Fue todo un momento de mucha desesperación, de no saber qué hacer, mi hijo que gritaba que no podía respirar, mi nene más chiquito que se me desvanecía y a Milo lo tenía abrazado mi pierna. Pude abrir un ventiluz de la puerta y empecé a gritar por ayuda”.

La noche del siniestro. Foto Bomberos.
La noche del siniestro. Foto Bomberos.

Los auxiliadores

Milagrosamente, dos vecinos, Matías y Maca, estaban conversando en la vereda, escucharon los gritos de la mujer y se dieron cuenta de la situación. El joven comenzó a patear la puerta para tratar de derribarla.

“Yo gritaba que por favor saquen a mis hijos que se estaban ahogando”, siguió Antonella.

En esos momentos angustiantes, llegó Raúl, vecino papá de Macarena, que tomó una maceta de adorno que se encontraba fuera de la casa y con eso rompió parte de la puerta. Todo mientras también arribaban los bomberos y pudieron sacar al más pequeño de los niños que se encontraba desvanecido.

Los niños pudieron ser retirados y los vecinos ayudaron con agua y hasta bañando a uno de los nenes.

“Creo que todo pasó en 5 minutos -reflexionó Antonella-. Desde mi habitación donde se originó el fuego pasó a la pieza de los chicos y al baño, pero el humo inundó la casa. Si no fuera por esos vecinos que estaban hablando en la vereda no sé qué hubiera pasado, de hecho sentí que me moría. Cuando reaccioné, porque creo que en algún momento me desmayé y me golpeé, no podía creer, parecía una película, con bomberos, un montón de gente y la policía”.

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“Salir adelante”

La familia fue trasladada con oxígeno al hospital Iturraspe donde pasaron la noche internados.

“Lo que me dijeron los bomberos es que al ser todo de madera eso alimentaban el fuego y me que si hubieran pasado unos minutos más, nos hubiéramos desvanecido los cuatro”, recordó.

La mujer agradeció repetidamente la valentía de sus vecinos y la ayuda de bomberos y policías. E incluso se mostró sorprendida con las muestras de afecto y de ayuda que comenzaron a llegarle desde distintos puntos de la ciudad para su familia.

“Hay gente muy solidaria y honesta en San Francisco. Personas que conozco y que no, el club donde juega mi hijo, la escuela, todos se pusieron a disposición para ayudarnos. Y vamos a salir adelante, como lo hicimos siempre”, expresó. 

Por otra parte, manifestó que recibió gran cantidad de donaciones de la comunidad, desde vestimenta, calzados y hasta muebles, por ellos insistió en su agradecimiento a los vecinos.