Tres bomberos voluntarios de San Francisco viajaron este fin de semana para realizar un curso que brinda el Campo de Entrenamiento Monte Maíz (CEMM) sobre mantenimiento y operación de bombas de agua. La capacitación es realizada para bomberos voluntarios y brigadistas que deseen seguir instruyéndose en el manejo y manipulación de esta herramienta. Del cuartel local asistieron el cabo Gastón Bollatti  y los bomberos Federico Origlia y Santiago Muratore Salas.

Desde la organización presentaron el cronograma y el principal propósito de la preparación, que es el de proporcionar a los participantes conocimientos sobre “la operación y elección de bombas a utilizar según requiera el fuego a controlar”.

Como objetivo, se plantearon que al finalizar el entrenamiento los participantes deberán ser “capaces de atacar un fuego con el empleo de máquina de ataque, que es la que controla directamente el incendio, y máquinas de alimentación, que son las unidades que le proveen agua a la máquina principal que se está utilizando”.

La importancia de conocer su manejo

Muratore Salas comentó que las bombas de agua son el “elemento principal” que tienen de trabajo los bomberos voluntarios. “Es lo que nos permite tirar agua a una distancia segura, con el caudal y presión necesarios para apagar el fuego”, dijo.

Además, comentó que el manejo básico de esta herramienta lo tienen todos los voluntarios del cuartel, pero “se puede sacar más provecho, implementar formas distintas de trabajo según la capacidad que tenga de operar la máquina”.

Asimismo cabe aclarar que todas cumplen un mismo objetivo, que es el de abastecer a los bomberos ante un incendio, pero no todas tienen las mismas características. Por ejemplo, la presión de cada una dependerá de la función para la que fue pensada. “Cuando tenés incendios grandes tenés que trabajar con varias bombas. Se suele poner una líder y varias de abastecimiento. Ahí empezás a trabajar”, mencionó.

La metodología en incendios de magnitud

En las bocacalles o veredas de nuestra ciudad, aún se pueden observar hidrantes de columnas, que antes eran utilizados por los bomberos para abastecerse de agua. “Las redes hidrantes siguen existiendo en nuestra localidad pero quedaron obsoletas. Tenemos mucho riesgo de romper la bomba y el pico de agua que las conforman”, señaló Salas.

Es por este motivo que hace algunos años los voluntarios decidieron cambiar su metodología de intervención y desde la entidad se invirtió en autobombas con más autonomía de agua que le permitieran apagar el incendio de distinta manera. De todos modos, estos camiones, muchas veces no logran cubrir el almacenamiento de agua que se requiere ante un siniestro. Por este motivo, generalmente sale una unidad de apoyo que son las llamadas “unidades de abastecimiento”. Actualmente en el cuartel existen dos móviles con estas características, que son la unidad 38 con capacidad de 10.000 litros de agua y la unidad 40 con 14.000 litros.